Vuelve el baloncesto en el más amplio sentido de la palabra a Cáceres. Superada momentáneamente la crisis económica que a punto ha estado de resquebrajar de cuajo el proyecto verdinegro en la élite, retornan los tiempos en los que los jugadores y la afición tienen el indiscutible protagonismo. Esta mañana (12.30 horas), trascendental encuentro ante el Auna Canarias, uno de los grandes animadores de la competición este año y exequipo del actual técnico verdinegro, Manolo Hussein. Los ingredientes están servidos para la degustación de un menú deportivo de relieve.

La moral ha vuelto a florecer en las hasta hace 48 horas debilitadas mentalidades del Cáceres, no sólo de la plantilla y técnicos, sino de los propios seguidores. Tanto que ni la marcha de Vlado Petrovic ni los problemas físicos de Gabe Muoneke hacen bajar un ápice de optimismo, pese al momento del rival, inscrustado en la zona noble de la tabla, con una participación reciente en la Copa del Rey y con ganas de continuar en la lucha de codearse con los grandes.

Retorna el Cáceres, en cualquier caso, con sus problemas clasificatorios a cuestas. Vencer es muy importante para respirar, pero los jugadores han hecho causa común y dicen estar dispuestos a morir defendiendo la camiseta verdinegra. La línea mostrada en los últimos partidos --el último, en Barcelona, es el más claro ejemplo-- hacen concebir esperanzas de salvación, y más teniendo en cuenta que es segura la reaparición de Kevin Thompson, además de la de Juan Antonio Orenga.

Aparentemente, son los jugadores los máximos beneficiados del fin de la crisis. Con las nóminas ya en sus cuentas corrientes desde que el alcalde consiguiera el viernes el dinero a través de una misteriosa empresa nacional, han salido también fortalecidos en su imagen. Tanto el presidente, José María Bermejo, como el entrenador no han escatimado elogios para el comportamiento de la plantilla, que ha esperado con suma paciencia y profesionalidad la llegada de una solución.

"Estoy seguro de que vamos a ganar". Lo decía ayer Juan Francisco Luis, consejero de relaciones sociales y significado expeñista, quien hace un llamamiento a la afición. "Este proyecto sigue vivo y tenemos que seguir peleando", añade.

EL RIVAL

Mientras tanto, el conjunto grancanario persigue la tercera victoria fuera de su cancha esta temporada, donde el rendimiento insular suele bajar casi tradicionalmente.

La historia favorece al Cáceres, que ha ganado siete de los nueve partidos disputados en casa durante los últimos diez años.

El equipo de Pedro Martínez, que sólo cuenta con la baja de Alessandro De Pol, que ha vuelto a Italia, quiere lograr otro éxito en Cáceres sin un ápice de confianza. El propio Martínez ha advertido de la peligrosidad de los locales en las actuales circunstancias. "Jugarán todos", aventuró el jueves. Casi acertó: sólo fallará Vlado Petrovic.

La presencia del base exverdinegro David Brabender, que está cuajando una buena temporada, será otro de los alicientes del choque.