LIVERPOOL - 4: Reina; Arbeloa, Skretel, Carragher, Fabio Aurelio; Gerrard, Mascherano, Alonso (Lucas, m.59), Babel, Kuyt y Torres (Dossena, m.82).

REAL MADRID - 0: Casillas; Ramos, Pepe, Cannavaro (Van der Vaart, m.63), Heinze; Lass, Gago (Guti, m.76), Sneijder, Robben (Marcelo, m.46); Raúl e Higuaín.

GOLES: 1-0, Fernando Torres, m.15, 2-0, Steven Gerrard, m.28, 3-0, Gerrard, m.46, 4-0, Dossena, m.88

ARBITRO: Frank De Bleeckere (Bélgica). Tarjeta amarilla a Pepe y a Gerrard y Mascherano, del Liverpool.

Un Real Madrid apocado y carente de recursos hizo ayer aguas en Anfield por todas partes y se despidió de la Champions ante un Spanish Liverpool embalado, que nunca dejó de presionar y que con un 4-0 se metió en cuartos amparado en el infalible factor Anfield y en sus dos emblemas: Fernando Torres y Steven Gerrard.

Fueron el blanco y el negro. El once de Benítez vivió otra de esas noches mágicas que le regala este estadio. Todo funcionó en la plantilla local. Por contra, el Real Madrid estuvo irreconocible, lento, falto de ritmo. Una caricatura del conjunto que encadenaba victorias en la Liga.

A la formación española le fallaron las estrategias y de poco le sirvió apelar a la épica. Ayer, las artes de Juande no calaban frente al estratega Benítez, que le obligó a despedirse de la Liga de Campeones en esta ronda nefasta para el once madrileño.

El equipo de Raúl González --al que, por cierto, apenas se vio en la primera mitad--, no logró darle la vuelta a la eliminatoria, un objetivo fijado la víspera por el ex entrenador Spur. Vuelve a quedar estancado en esta fase, que se ha convertido, desde 2005, en una barrera infranqueable para este conjunto.

UN COLECTIVO El Liverpool dejó de ser conservador, al contrario de lo que se vio en el Santiago Bernabéu; basó su juego, una vez más, en la planificación construida en torno al colectivo en detrimento de las individualidades. Y le dio resultados.

Tenía a Steven Gerrard al cien por cien, siempre dispuesto a crear sintonía en el equipo, presto a ordenar balones desde el centro, a organizar, a distribuir y a lograr la sintonía de la escuadra local. Orden escrupuloso, colocación, pasión. Fueron las armas del Liverpool, como siempre. Y más en este templo del fútbol, donde los gritos procedentes de The Kop obran milagros. El arranque impetuoso del Liverpool se vio ya al segundo minuto, cuando los locales lograron el primer córner de la noche con su hombre gol, Fernando Torres

"El Niño" protagonizó la primera ocasión, además, al tercer minuto, y le siguió el argentino Mascherano, desde fuera del área con un balón que se topó con un gran paradón de Casillas.

El Madrid de Juande, que colocó al extremo holandés Arjen Robben por la derecha, se trastabilló durante los primeros compases, asfixiado ante el empuje red y alineado en su área ante las continuas internadas inglesas.

Esgrimiendo un fútbol descafeinado --ni rastro, tampoco, de Robben, la pieza desequilibrante del equipo--, un Real Madrid que perdía con facilidad la posesión del balón trató de sacudirse la presión el Liverpool optando por balones largos. Mientras, claro, The Kop variaba las canciones para jalear a su equipo.

El brío de los ingleses pronto tuvo recompensa. Fue Torres el que desniveló el marcador a los 15 minutos, dando ventaja a la formación inglesa, al rematar un pase del holandés Kuyt mientras el Madrid pedía falta a Pepe.

Otra falta de Cannavaro a Gerrard que sacó el capitán inglés por poco acaba en tragedia para los de Juande en el minuto 20.

Una pelota que dio en el hombro del argentino Gabriel Heinze en su área le costó al Madrid un penalti en el minuto 26 que transformó Gerrard, para poner al equipo local con 2-0.

La ventaja hizo reaccionar al conjunto de Juande, muy torpe en este primer acto a la hora de hilar pases. Y llegó entonces la mejor oportunidad hasta el momento para el Madrid en el minuto 29, dando la réplica al segundo gol del Liverpool, con un lanzamiento de falta de Sneijder.

En el minuto 41, el Madrid dispuso de otra ocasión de oro perdida. Esta vez, una jugada que inició Lass y que desembocó en los pies de Sneijder puso en aprietos a Reina.

El segundo acto comenzó con drama y con Ramos optando por el brasileño Marcelo en lugar de Robben.

Apenas poner un pie en el campo, un golazo del gran Gerrard hundió en la miseria a un Madrid al que se le terminaban los recursos.

ALGUNA OPCION El Liverpool nunca aflojó la presión. Paradójicamente, del once madrileño sólo se salvaron Casillas y Lass. Al portero madrileño le tocó frenar más envites de su verdugo pero aquí, con todos los elementos en contra, el Real Madrid consiguió crear varias ocasiones.

Juande introdujo un pequeño cambio táctico pero algo tardío. Sacó a Cannavaro para meter al holandés Rafael van der Vaart y ni pudieron lograr el gol de consolación al fallar Sneijder una falta desde la punta del área grande.

El Madrid continuaba siendo un coladdero. Dossena, a pase de Mascherano, fue el que remató la carnicería.