Pocas veces una pretemporada ha servido de tan poco, al menos en cuanto a sensaciones y a predicciones. El Cáceres 2016, con su triunfo del viernes en la pista del Tenerife Rural (52-62), ha dejado en evidencia los malos augurios del periodo de preparación. Una vez más, ganar condiciona todas las lecturas en el deporte profesional.

El equipo volvió ayer a los entrenamientos tras un día y medio de descanso y ya piensa en prolongar el buen arranque de la LEB Oro el próximo viernes ante el Sant Josep. Llegó a Cáceres en la mañana del sábado, acelerando su marcha de la isla canaria con un vuelo nocturno que a la larga ayuda a los jugadores. El ambiente era de sonrisas y bromas constantes. Como si la deficiente imagen ofrecida en los encuentros veraniegos fue un vago recuerdo del pasado. Solo un problema: la lesión nasal de Juan Sanguino que le tendrá fuera aproximadamente un mes.

CONTINUIDAD Las vibraciones positivas del choque de Tenerife son múltiples, aunque no falta la autocrítica en el entrenador, Manuel Hurtado, que calificó de "muy completo" el primer cuarto, en el que su equipo consiguió hasta 14 puntos de ventaja, pero después sí que vio que estimó como "mejorable" la continuidad a lo largo del partido.

Sin embargo, es fácil imaginar que se le ha quitado un gran peso de encima después de ganar al fin a un equipo LEB Oro tras perder ante Menorca y La Palma en la preparación. "Tenerife iba a tirar de orgullo en casa y hemos sabido jugar en defensa y controlar el rebote para llegar al último cuarto con una ventaja que hemos sabido administrar. Hemos realizado un buen trabajo colectivo pese a que, después de la pretemporada realizada, éramos conscientes de que no íbamos a jugar el partido perfecto. Si jugábamos concentrados como lo hemos hecho sabíamos también que íbamos a tener opciones de victoria y, afortunadamente, así ha sido", explicó.

En el horizonte del viernes aparece el Sant Josep Girona, que en el último partido de la jornada de ayer dio una relativa sorpresa venciendo al Leche Río Breogán por 88-81. En teoría es un equipo nuevo en la categoría --compró su plaza al Vic el pasado verano-- y que parte sin más aspiraciones que mantenerse, pero que tiene en sus filas a jugadores históricos como Darryl Middleton. El veterano exjugador del Barcelona demostró ante los gallegos que a sus 43 años se mantiene en buena forma (15 puntos y 11 rebotes en 30 minutos en pista). El máximo anotador fue Miquel Feliu (18). En general, se trata de una plantilla sin mucha estatura, actor que intentarán aprovechar los cacereños.