"Para mí, Camacho es un ejemplo a seguir. De ningún modo creo que sea un cobarde; al revés, creo que es una persona responsable y valiente". Quien así habla es Francisco Javier Diosdado, Cisqui , entrenador del Extremadura, que ayer esperaba expectante, como el resto del espectro futbolístico nacional y extremeño, el desenlace de la crisis desatada por la dimisión del técnico del Real Madrid.

"Me encantaría escuchar lo que pasa en ese vestuario y ver qué es lo que dice también Camacho, aunque puede haber ocurrido él no se sienta con poder suficiente con los jugadores", añade Cisqui. Quizá más explícito sea Juan Marrero, técnico del Imperio, una de las revelaciones de la Tercera extremeña este año. "Yo quizá esté un poco defraudado con él por abandonar tan pronto, aunque puede que sólo sepamos la punga del iceberg; si ha tomado esa decisión es porque hay cosas muy gordas detrás que nadie conocemos", argumenta Marrero.

Mientras tanto, el entrenador del Cacereño, Bernardo Plaza, apunta: "Sí, es sorprendente, pero seguro que tiene sus razones. A toro pasado, es normal que nos sorprendamos, aunque sólo sea por conocer su carácter", dice el preparador, quien añade: "Sí tengo muy claro que lo suyo ha sido un acto de dignidad como profesional, ya que si no se sentía bien para dirigir esa plantilla, lo más lógico en estos casos no es poner el cazo, si no dejarlo". Los tres entrenadores extremeños, indirectamente, sí entienden que los galácticos han ganado el partido al entrenador.