No es casualidad, ni azar, ni suerte. Es perseverancia, trabajo y humildad. El éxito del Aceuchal se ha construido en esos pilares, y ahora están recogiendo sus frutos. Nadie, salvo los integrantes y seguidores del equipo piporro, imaginaba que a falta de nueve jornadas el ajo mecánico estaría cinco puntos por encima del descenso.

Nunca dejaron de creer. «Jamás pensé en tirar la toalla, creía fielmente en todos los jugadores por su actitud y compromiso. Es verdad que dolía estar siempre ahí abajo, pero tengo un lema y es que con trabajo todo se consigue», asegura Francisco Javier Diosdado Cisqui, entrenador del Aceuchal.

De las 29 jornadas disputadas, el Aceuchal ha estado 17 de ellas en el infierno del descenso. No obstante, desde la jornada 25 el equipo de Cisqui no ha vuelto a pasar por ese purgatorio. Ahora, el fútbol les sonríe. Cinco jornadas sin conocer la derrota. La última, el 4 de febrero ante el Azuaga a domicilio.

Una cuerda floja, la del técnico, que jamás se cortó. «Tras las cinco primeras jornadas, que perdimos todos los partidos y no marcamos ningún gol, la directiva siguió confiando en mí. Eso me dio alas y el compromiso para no defraudarles y no fallar», reconoce el actual preparador piporro, exjugador del Extremadura, San Serván o La Estrella, entre otros equipos de la región.

Filosofía y humidad

Humildad por bandera y buen trato de balón, dos conceptos innegociables en Aceuchal. «Siempre he llevado la filosofía del fútbol control, intentar sacar siempre la pelota desde atrás. Creo que da muchos más beneficios que perjuicios, aunque también depende del rival, al que tenemos que adaptarnos», confiesa Cisqui.

Con un plantel joven y con calidad, es normal que muchos equipos se fijen en los jugadores del ajo mecánico. «No le temo a eso, me alegro. En cada entrenamiento les transmito que si dan todo por el Aceuchal, el futuro les colocará donde merecen estar», reconoce ante la posibilidad de la salida a final de campaña de algunos futbolistas. Entre ellos, Pablo Platero, la revelación del campeonato.

Por último, a pesar de la buena dinámica del conjunto piporro, Cisqui pide calma. «No debemos confiarnos, sabemos de dónde venimos y cuánto cuesta salir de ahí. Debemos soñar con escalar posiciones, pero siempre con humildad y sin dejar de mirar por el retrovisor. En el fútbol, quien intenta sacar pecho acaban hundiéndoselo. No debemos creernos nada».

El próximo partido será ante el Amanecer. El equipo cacereño también está inmerso en esa pelea para escalar posiciones. De hecho, en la clasificación general se encuentra una posición por encima del Aceuchal, que es decimocuarto. Este domingo, en territorio piporro se medirán ambos equipos. La otra liga.