"Y el baloncesto resucitó". Ilustrado por tres canastas a modo de cruces, a los rectores del Cáceres 2016 les encantaba hace apenas dos años este provocador lema a cuenta del regreso de la creación del nuevo club que cogía el relevo del fenecido Cáceres CB tras dos años sin basket profesional en la ciudad. La frasecita perfectamente se la podrían apropiar en el Aguas de Sousa Ourense, rival mañana del equipo que dirige Gustavo Aranzana y que vive estas últimas semanas un impresionante renacimiento en todos los aspectos.

El club gallego tiene también un ilustre pasado en la Liga ACB, pero en los últimos años malvivía en la LEB Plata con más pena que gloria. Malos resultados, poco seguimiento, apatía... Sin embargo, la llegada de un nuevo presidente, Jorge Bermello, ha supuesto un auténtico revulsivo. Tanto es así que en el choque de mañana se espera conseguir la cifra de 7.000 espectadores en el Pazo Paco Paz.

¿Cómo? Una agresiva campaña de marketing impulsada desde el club, al que Bermello, un carismático empresario que se define a sí mismo como "un tendero" --posee varios establecimientos de venta de electrodomésticos--, sueña con devolver a la súper élite.

Es muy raro el día en el que no hay una actividad en la ciudad con el objetivo de llevar gente al pabellón, que en los últimos partidos ha tenido entradas de hasta 5.000 seguidores. Solo CAI Zaragoza y ViveMenorca, los dos recién descendidos, superan la cifra en la Liga LEB Oro. Y no solo en casa: el pasado sábado el equipo fue acompañado por 200 hinchas en la victoria en Lugo ante el Breogán (74-75).

Poco a poco

Tras desembarcar este verano, el nuevo proyecto pasa por ir creciendo paulatinamente en lo deportivo. El objetivo para este año era la permanencia. Tanto es así que la plantilla configurada no es de relumbrón en cuanto a nombres ni tiene mucho caché. El inicio fue flojo --dos victorias y cinco derrotas-- y Javier Muñoz fue sustituido por un entrenador mucho más experimentado, Paco García, un movimiento que podría ser interpretado como similar al que el Cáceres emprendió con el cambio de Gustavo Aranzana en el lugar de Manuel Hurtado.

Con García en el banquillo, y un fiero apoyo de los seguidores, el Ourense ha multiplicado su rendimiento y se ha posicionado muy bien en la clasificación: ahora es décimo justo por encima de su oponente de mañana, al que saca una victoria de diferencia. El balance del nuevo entrenador (cinco triunfos y una derrota) sorprende a todos en la segunda competición española.

Nombres en común

Todo le sale bien en lo social y en lo deportivo al club, que tiene el atractivo añadido de que no tendría que pagar el canon de tres millones de euros si algún día consigue volver a la Liga ACB, de la que una vez --en la temporada 97-98-- le echó el Cáceres CB en unos dramáticos playoffs de permanencia. Luego solo volvería fugazmente.

No es el único pasado que comparten ambas ciudades en lo baloncestístico. En el Cáceres 2016 está Diego Guaita, que protagonizó la polémica del verano cuando dijo que quería irse al Ourense y luego lo matizó. Sigue muy unido a la ciudad tras pasar una campaña, la 06-07, en ella. Conserva muchos amigos y de hecho tras el partido se quedará para pasar la Nochebuena. Muchos auguran que regresará al club gallego el próximo curso. También Juan Sanguino creció como jugador en Ourense desde el 2003 al 2006 en su primera oportunidad fuera de Cáceres.

Ambos tendrán que medirse a José Manuel Coego, un pívot clásico de las LEBs que llegó a estar vinculado al Cáceres CB en el inicio de su carrera. Otros jugadores que han pasado por Extremadura son el prometedor base argentino Matías Nocedal (Mérida 07-08) y el espigado alero Adrián García (Plasencia 04-05).

Los veteranos Lucho Fernández, Sony Vázquez y Salva Arco --objetivo del Cáceres 2016 hace dos temporadas-- y los extranjeros Alexander Loughton, Yao Koffi y Rolando Howell completan el núcleo principal de un equipo caracterizado por su alto nivel defensivo.