A las 20.35 h, apenas diez minutos antes de iniciarse el partido, la Policía detectó una pancarta con una calavera en el interior del estadio, según el informe entregado por la delegación del Gobierno al Atlético. Estaba colgada en la valla donde se ubicaban los hinchas radicales del Olympique de Marsella. "Contenía una bandera considerada prohibida por la legislación española, al alentar a la violencia y la xenofobia, y por la UEFA", según relata ese informe. "Yo pienso que si la Policía no hubiera retirado la pancarta nos hubieran sancionado porque la pancarta se quedó ahí", afirmó Cerezo, presidente del Atlético (foto).

"El símbolo de la calavera está prohibido por la UEFA, según se refleja en el Manual de Fútbol contra el Racismo en Europa, en el que el mismo Platini insta a la tolerancia cero ante todas las formas de racismo, violencia y discriminación", explicó luego el dirigente rojiblanco ayer.

El jefe de la Unidad de Intervención Policial (UIP) solicitó a los ultras que retirasen esa pancarta, algo que intentaron previamente la seguridad privada del Atlético.

Sin embargo, no lo lograron. Ese responsable de la UIP acudió a hablar con los radicales del Olympique sin casco, un método habitual para no intimidar a los aficionados y porque su intención no era llegar agrediéndolos. Finalmente, ese policía recibió siete puntos de sutura en la frente después de los incidentes tras la retirada de la pancarta.