Durante años protagonizaron la lucha por ser el equipo simpático de la ACB, pero ahora tienen que jugar un escalón por debajo con el peso del nombre. Son Cáceres 2016 y Fuenlabrada, que a partir de las 21.00 horas se citan en un duelo atractivo.

A la vista de una y otra trayectoria y de sus posibilidades económicas, los madrileños están mucho más cerca de retornar a la súper élite. De hecho, bien encaminada está su trayectoria, con sólo una derrota en nueve partidos y el liderato amarrado. "Es el equipo que más me gusta de la LEB. Tiene calidad, centímetros, kilos, experiencia...". El análisis es de Ñete Bohigas, que por primera vez en competición oficial se enfrentará con uno de sus maestros en el banquillo, Luis Casimiro, de quien fue ayudante en la temporada 1999-2000 en el Cáceres. La admiración es mutua.

Con Casimiro llega un jugador que vistió de verdinegro durante dos temporadas y media, Ferrán López. Su mejor momento ya ha pasado, pero conserva un enorme oficio que es un valor más dentro de un grupo compensado.

SIN MIEDO El Cáceres aparece en escena sin uno de sus referentes, Juanmi Morales, que aún no se ha recuperado de problemas en la planta de un pie, pero unas enormes ganas de resarcirse de sus tres derrotas consecutivas. La última fue especialmente dolorosa, con un triple en el último segundo en Gijón. "La respuesta del grupo ha sido muy buena. Perder así es duro, pero nunca tuvimos que llegar a esa situación. Es el precio que tenemos que pagar por tener un equipo con tanta gente joven. Hay que aprender por el camino. Ni siquiera nuestros jugadores de mayor edad están acostumbrados a jugarse la última bola", reflexiona Bohigas.

Ese culminar los minutos finales es la asignatura pendiente de un Cáceres que espera cuanto antes obtener la mayor tranquilidad posible. "Estar en una crisis de resultados no significa que haya una crisis de juego", apostilla el técnico.