Las ocho escuderías que han presentado su solicitud condicionada para participar en el próximo mundial se han reunido esta mañana en el paddock del circuito de Estambul para concretar el futuro campeonato paralelo que pretenden organizar si al final deciden abandonar la F-1.

Además de los equipos, los pilotos también han participado en el encuentro que se ha producido en la hospitalidad de Toyota. A la finalización el piloto italiano Jarno Trulli ha hablado de "problema político" y ha apuntado que todos los representantes de la reunión mantienen firme su posición de no correr el año que viene el mundial de la F-1 si se mantienen las bases organizativas.

La FIA hará pública el viernes los equipos que participarán en el próximo mundial, en el que es probable que ocho de las actuales escuderías renuncien a causa de su negativa a aceptar las propuestas que pretende imponer el presidente de la FIA, Max Mosley, quien quiere incorporar nuevos equipos en el campeonato con un tope presupuestario de 45 millones de euros por escudería.

Nadie renuncia a sus propuestas

Ferrari, Brawn, Toyota, Toro Rosso, Red Bull, Renault, BWM y McLaren, miembros de la FOTA, han decido presentar su solicitud condicionada para inscribirse en el próximo mundial si la FIA muestra mayor flexibilidad en la reducción de presupuestos, una propuesta que, por ahora, no ha sido aceptada por el máximo organismo.

La fecha para saber qué escuderías correrán el año que viene en el mundial está cerca y las partes no renuncian a sus propuestas. Por ello, los equipos que siguen en la FOTA --excepto Force India y Williams, suspendidos por inscribirse para el próximo campeonato sin plantear objeciones--, los equipos y pilotos han empezado a concretar en Estambul el campeonato paralelo que organizarán.

En este encuentro, los equipos han abordando todo tipo de cuestiones, incluidas las económicas, referentes a la repartición de los derechos televisivos.