La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) cuestiona en un informe, remitido a la Federación Española de Ciclismo (FEC), la intoxicación alimentaria de Alberto Contador por carne de vacuno contaminada con clembuterol basándose en estudios oficiales de la Unión Europea (UE) sobre el engorde ilegal de ganado.

Estos datos, a los que ha tenido acceso EL PERIODICO de fuentes cercanas a la AMA, contrastan con las consideraciones de los expertos que respaldan al tricampeón del Tour de Francia y que defienden la tesis de un problema de salud y no de dopaje. El comité de competición de la FEC es el que debe dictaminar ahora si ha habido una infracción por parte de Contador. Para ello, el organismo cuenta con los datos de la AMA y los que recibirá por parte del ciclista en la audiencia que, según todos los indicios, se celebrará con discreción antes de las fiestas de Navidad y sin que sea obligada la presencia de Contador. El corredor puede estar representado por sus abogados y asesores científicos. El comité de competición tiene un máximo de tres meses para definirse.

LOS DOS ANALISIS La AMA explica en sus consideraciones que el análisis de orina que compromete a Contador se le efectuó por sorpresa en el Novotel de Pau a las 19 horas del 21 de julio, segunda jornada de descanso de la grande boucle. La muestra se remitió al laboratorio de Colonia (Alemania), acreditado por este organismo. En un primer control se halló un "rastro mínimo" de clembuterol, que requirió una segunda comprobación más exhaustiva. Fue esta la que determinó la aparición de 50 picogramos de la sustancia (equivalentes a 0,00000000005 gramos por mililitro de orina). Valores tan bajos no se acostumbran a buscar en la mayoría de laboratorios. Debido a estos niveles tan ínfimos, en una cantidad de "nulo aporte energético", según avalan los científicos consultados por este diario, se determinó iniciar una investigación.

Contador presentó en su defensa una "declaración jurada" en la que informaba que la única causa del problema podía ser la ingestión de unos solomillos de vacuno que habían sido comprados en Irún por José Luis López Cerrón, exciclista, exdirector, amigo personal del corredor --con quien comparte negocios-- y excandidato a la presidencia de la Federación Española de ciclismo.

López Cerrón compró la carne por encargo de Paco Olalla, habitual cocinero de la selección española que fue contratado por el conjunto Astana durante el Tour para que se responsabilizara de la alimentación de los ciclistas. Olalla estaba contrariado porque la dirección del hotel de Pau no le permitió acceder a la cocina. Por esta razón, los solomillos se asaron en la vitrocerámica del autobús del equipo. En este testimonio el ciclista aportó el nombre de la carnicería iruñesa. La AMA recogió viandas del comercio y del distribuidor de la carne sospechosa y analizó las muestras con resultado negativo.

El examen de la AMA cita también los estudios efectuados por la UE en el 2008, año en el que se efectuaron análisis a casi 300.000 reses repartidas en varios países europeos, entre ellos España. Solo un animal resultó sospechoso de haber sido engordado con clembuterol.

LA TESIS La AMA --en lo que sería el dato favorable a Contador-- cuenta la táctica que los ganaderos tramposos efectúan para burlar los controles veterinarios y que no es otro que engordar al ganado con clembuterol 20 días antes del sacrificio, con lo que los restos del anabolizante no aparecen en los test post mortem del animal.