De la mano de Florentino Pérez, el Madrid ha vuelto a tomar una dimensión insondable. En tan solo 35 días al frente del club, el presidente blanco se ha gastado 222 millones de euros. El fichaje de Cristiano Ronaldo se convirtió en una cuestión de Estado, que incluso traspasó las fronteras españolas. Pero esto no ha hecho más que empezar. La maquinaria sigue su curso y devora cualquier pensamiento lógico. Ribéry se echa al monte para salir del Bayern, Cristiano se confiesa en el Marca mientras el club ultima su estrategia secreta para esconder al portugués hasta su presentación de mañana. Todo a lo grande.

El verano futbolístico se antoja interminable, tanto como la lista de jugadores que maneja el Madrid en su deseo de devolver la ilusión a sus aficionados. Florentino habla de dos fichajes más para cerrar la plantilla, pero hay cola para formar parte de la segunda etapa galáctica. ¿Que finalmente no viene Xabi Alonso? pues hay recambios como De Rossi, Aquilani o D´Agostino.

La lista es interminable. También la de salida. Tras la marcha de Saviola, Pérez aspira a convencer a su amigo Galliani para que el Milán fiche a Huntelaar. Y, como él, hay unos cuantos a los que hay que encontrar salida. Mientras, los representantes de Maicon y Arbeloa pujan por el puesto de lateral derecho del equipo de Pellegrini. En la otra banda, el mismísimo Ashley Cole acaba de rechazar una mejora de contrato por parte del Chelsea. Desde la prensa inglesa se apunta a que esa decisión puede deberse a la espera de una llamada del Madrid.

Ronaldo se defiende

Mientras, Cristiano se confiesa en Marca . "No soy como dicen la prensa rosa y la sensacionalista", dice el portugués. Asegura también que demostrará que vale lo que han pagado por él. En lo que no le falta razón es en eso de que Florentino "ha revolucionado el mundo del fútbol". Desde luego. Lo ha reventado. Y aún le quedan cerca de 130 millones por gastar. No le importaría nada que 50 de esos millones tuvieran como destino el Bayern Múnich para fichar a Ribéry.

Pero el equipo alemán es tan rocoso en los despachos como sus futbolistas sobre el césped. En su desesperado intento por mantener al jugador francés, Franz Beckenbauer expuso una duda que, conociendo a Florentino, no se sostiene. "No me puedo imaginar que con lo que ha comprado en las últimas semanas, el Madrid aún tenga dinero para pagar a Ribéry", declaró el presidente del club alemán.

El Bayern ha intentado zanjar la rebeldía del futbolista, que anda desaparecido de los entrenamientos por unas misteriosas molestias, en un claro pulso para forzar su salida, dándole un toque de atención. "A los jugadores hay que señalarles los límites que no pueden traspasar. Hay cosas que no se pueden decir públicamente y Ribéry se ha pasado", declaró Christian Nerlinger, director deportivo del Bayern, que añadió que el club "está en el camino forzar un equipo que a medio plazo pueda competir con el Barcelona". Pero de momento nadie se a puesto a competir con el Madrid.