Más de 60 ediciones del mítico Gran Premio de Mónaco en el Mundial y tan solo ha llovido en carrera en nueve ocasiones. Hay que remontarse a 2008 para recordar la última edición declarada en agua. Fue una carrera tremenda, trepidante, con victoria de Lewis Hamilton. "Espero que llueva otra vez, es mi única oportunidad", sostiene el tricampeón tras verse relegado a la tercera plaza de la parrilla, por detrás de su compañero Nico Rosberg, que formará la primera línea con un impresionante Daniel Ricciardo: "¿Motor, chasis? No esta pole es fruto de dos pelotas australianas", desveló entre risas el piloto.

El día en que Red Bull y Renault anunciaron la prórroga de su contrato para el suministro de motores, Ricciardo exprimió hasta el último de los 20 o 25 caballos más que el fabricante francés ha ganado a su motor en su primera evolución del año. Era todo lo que necesitaba el australiano para sacar partido al mejor chasis de la parrilla, obra del gurú Adrian Newey. Mientras el niño Max Verstappen --el vencedor mas joven de la historia-- se estrellaba en los últimos libres y en la clasificación --su concentración ha pagado cara su mediática victoria en Barcelona--, Riccardo demostró por qué Fernando Alonso o Carlos Sainz le consideran entre los tres mejores de la parrilla.

"Fue como un trueno en la Q-3", describió su jefe Christian Horner. Es la primera pole position de su carrera, en el circuito que más favorece al Red Bull, exprimiendo la mejora del motor, aprovechando que Nico Rosberg se conformaba con ser segundo ("Daniel era inalcanzable") porque su guerra no es con el australiano, su batalla por el título es con Lewis Hamilton, al que aventaja de 60 puntos (más de dos victorias), y que de nuevo quedó por detrás suyo. "Tuvimos problemas con la presión de gasolina, no pude hacer los dos intentos, y en el que hice tuve que emplear las tres primeras vueltas en encontrar hueco, dar temperatura a los neumáticos, baterías... un lío,vamos".

EXCELENTE SAINZ Los dos Mercedes, además, arrancarán con el neumático ultrablando --se ha estrenado este fin de semana--, mientras que Ricciardo lo hará con el superblando --más duradero--, lo que aclara aún más la carrera para Red Bull, que podrá alargar más vueltas si las necesita, ante la única parada en boxes prevista si la carrera es sobre seco.

Pero todo, absolutamente todo, puede saltar por las aires si, como parece, la lluvia hace acto de presencia en forma de tormenta. Puede ser una oportunidad para que Sainz sueñe con algo muy grande. Completó una excepcional clasificación y arrancará sexto, la mejor clasificación en Mónaco en la historia de Toro Rosso. "Era lo máximo a lo que podía aspirar", dijo satisfecho. Una vez más, el madrileño demostró que cuando no sufre problemas mecánicos, o de estrategia, o sanciones injustas, brilla con luz propia. Alonso completó otra gran vuelta, pese al subviraje de su McLaren. Aún así, fue noveno, cuatro puestos por delante de su colega Jenson Button.