El entrenador del Barcelona, Frank Rijkaard, mostró ayer su imagen más conciliadora con sus jugadores, a pesar de las numerosas críticas que ha recaído en el juego barcelonista, especialmente el defensivo, después de empatar contra el Deportivo (3-3), cuando había gozado de una cómoda renta (1-3), ya en la segunda parte. El técnico alentó al equipo a continuar en el buen camino que considera que se encuentra el Barcelona y a mantener "la buena imagen" que dio el conjunto catalán en La Coruña, especialmente en un buen tramo de la segunda parte y los minutos finales de la primera. "Estamos creciendo", señaló.