Román Riquelme, quien hoy aterrizó en Buenos Aires para cerrar su traspaso definitivo al Boca Júniors, abandonó Villarreal sin despedirse de los que han sido sus compañeros en las cuatro últimas temporadas. El centrocampista argentino realizó ayer su última sesión preparatoria con el Villarreal, en la que escuchó la charla del técnico pero no se entrenó por unas molestias físicas.

El jugador salió este miércoles a las 11 de la mañana de la ciudad deportiva del Villarreal sin despedirse de nadie asegurando que volvería hoy para despedirse, pero el jugador voló ayer mismo a Argentina, de la misma forma que hizo en su cesión al club argentino hace justo un año. El futbolista no se ha despedido de sus compañeros tal y como han reconocido los defensas Diego Godín y Ángel Sánchez, quienes ni siquiera sabían que ya se encontraba en Argentina. Así, el central uruguayo explicó: "no se ha despedido, aunque no sé si ya se ha marchado definitivamente. Lo que está claro es que si hoy se cierra, sin duda sería lo mejor para todas las partes".

Por su parte, el internacional español Angel afirmó: "desde hace días escuchaba que se había ido pero al día siguiente lo teníamos en el vestuario, así que no sé si es verdad que ya se ha marchado definitivamente, pero si es así no se ha despedido". El jugador argentino estos últimos días ya había recogido sus enseres de su taquilla, donde tan solo mantenía unas botas para entrenar. La marcha del futbolista ha sido tan inesperada para sus compañeros y los empleados de la ciudad deportiva, como demuestra que hoy mismo el utillero del club había preparado la ropa de Riquelme para el entrenamiento, tal y como ayer le había pedido el internacional argentino.