Con esa simpatía y naturalidad que le caracteriza, le ha contado Roberto Carlos a Vitor Baía en el Canal 11 portugués cómo los galácticos de la era Ronaldo eran los putos amos del R Madrid. Así "cuidaban" la recuperación post esfuerzo: "Acababa el partido y era todo avión privado. Nos encontrábamos en la terminal privada de Barajas. Beckham iba a no sé a dónde, Figo, Zidane que iba a tal sitio, Ronaldo, yo... y teníamos que entrenar pasado mañana. Yo rezaba para que los partidos fuesen los sábados para poder ir a la Fórmula1 el domingo. Vuelos privados para todos lados. Una locura".

Todo muy profesional, vamos. Como la hora de los entrenamientos, que Vicente del Bosque ponía los lunes y martes por la tarde porque sabía que por la mañana no llegaban. Los que mejor parados salen en el alucinante relato son Camacho, que puso los entrenamientos a las 7 de la mañana y "lo teníamos todo controlado menos con Camacho. Duró 10 días".

Y Luxemburgo, que desafió a los jefes del vestuario y duró tres meses, pese a las advertencias de Ronaldo y el propio Roberto Carlos: "No quites las botellas de vino de la mesa y la cerveza antes de la cena porque si no vamos a tener problemas. ¿Qué hizo? Quitó primero las cervezas y luego el vino. Duró tres meses". Le faltó añadir lo de "que parezca un accidente"

Protección a los galácticos

Pero no hizo falta porque los galácticos estaban bien protegidos Luxemburgo cayó después de un partido en el Bernabéu en el que sustituyó a Ronaldo ganando al Getafe en los últimos minutos con Beckham expulsado. El propio técnico brasileño contó hace unos meses cómo Florentino le pidió explicaciones al cambio de Ronaldo y añadió que el público del Bernabéu quería espectáculo. Ahora podemos añadir al relato el vino y las cervezas y ya tenemos la historia completa.

Una historia de poder que se repite en el tiempo y que no es exclusiva del vestuario blanco. Con Neymar los aviones privados estaban a la orden del día en el Barça. Ramos graba documentales mientras su equipo cae estrepitosamente en Champions. Lo último es que en año de Eurocopa quiere jugar también los JJOO. "No nos queremos enfadar", dijo Piqué hace una semana lanzando un dardo amenazante a la directiva. Con los galácticos empezó todo, pero siguen mandando ellos, los galácticos de hoy en día.