Nadie se lo explica muy bien en la LEB Oro. O sí, pero nadie quería decirlo hasta que el propio entrenador del Ourense, Rafa Sanz, lo denunciase hace diez días, acusando a buena parte de su plantilla de falta de profesionalidad. Si no, es difícil creer que un equipo formado por tantos nombres ilustres en la categoría vaya tan mal en la clasificación y haya firmado prácticamente su descenso a LEB Plata. Además, se ha contado con el apoyo de una de las aficiones más numerosas de la competición y el club ha cumplido puntalmente con los cobros.

Y es que Sanz tiene mucho y bueno donde elegir, pero no parece que ni con él ni con el anterior entrenador, Paco García, los jugadores hayan dado la medida. También llegaron iniciada la campaña Rod Brown, el explosivo base que militó en el entonces Cáceres 2016 en la campaña 2008-09 dejando buen recuerdo, y el gigantesco checo Ondrej Starosta (2,15), protagonista en equipos punteros como CAI y Melilla. No falta el tiro exterior de Salva Arco, David Fergerson y Ruiz de Galarreta, el músculo con marchamo africano de Jonathan Kale y Ugonna Onnyekwe y la veteranía de Lucho Fernández y Sony Vázquez (35 y 36 años), aunque estos dos últimos han desaparecido de la rotación últimamente.

Especialista en perder los finales apretados, el Ourense contabiliza cuatro derrotas seguidas. Necesitaría ganar casi las siete jornadas que restan para salvarse.