AL-QAZERES EXTREMADURA: Carla Nascimento (5), Tamara Taylor (13), Vero Sánchez (13), Julie Forster (16), Marieme Cisse (8) --cinco inicial-- Miriam García (2), Marina Díaz (0), Silvia Romero (7), Elena Corrales (6), Jovana Vidakovic (9).

ADBA AVILES: Andrea Malanda (15), Laura Martínez (22), Covadonga González (2), Emilie Bashala (4), Mireia Coves (0) --cinco inicial-- Alicia Alonso (0), Paula Guillén (2).

MARCADOR POR CUARTOS: 21-7, 36-15 (descanso), 53-28 y 79-45 (final).

ARBITROS: Mendoza y Rastrollo. Sin eliminadas.

El Al-Qazeres tuvo una plácida tarde de domingo. No está acostumbrado a jugar este día, pero se vio obligado a mover su partido ante el Adba de Avilés por la falta de disponibilidad del Serrano Macayo. El resultado fue similar al que podía presumirse de inicio: el líder apabulló al colista por un contundente 79-45. No hubo mucho partido. O más bien ninguno. Enfrente estaban probablemente el mejor equipo del grupo A (o, como mínimo, el mejor quinteto) y el peor, hasta ahora (solo una victoria en 15 jornadas). El desenlace no podía ser otro: un dominio total en todas las facetas de juego de las locales, que sabían que era un día para divertirse y repartir mucho los minutos.

GRAN DEFENSA Especialmente elogiable fue la defensa ordenada por Jacinto Carbajal, que maniató por completo al Adba. El 21-7 que dictaba el marcador al final del primer cuarto era un notable mensaje de que la canasta estaba sellada para las asturianas. Además eran forzadas a cometer numerosas pérdidas de balón, lo que suponía canastas en contragolpe de su rival.

El protagonismo fue coral en el Al-Qazeres, que veía cómo Julie Forster recogía todo lo que despedía el aro, como es habitual, mientras que sus compañeras iban sumando sin que ninguna absorbiese demasiado el balón.

A los 15 minutos, todo estaba ya escrito: 29-9 y subiendo. Esos 20 puntos de ventaja se habían aumentado ligeramente al descanso (36-15).

Era importante no perder la concentración y no guardar el rodillo. Se trataba de premiar a los espectadores que se habían acercado al pabellón en un día inhabitual y de paso que todas se sintiesen importantes. Jugadoras teóricamente secundarias como Elena Corrales, Silvia Romero o Jovana Vidakovic se necesitarán tarde o temprano: toda la temporada está en los cuatro partidos que se disputan en cuatro días en la fase de ascenso. Al menos ayer, las tres reservas habituales cumplieron, sellándose con ellas en pista el incontestable 79-45.

Quizás el club finalmente no fiche a nadie más para afrontar la recta final de temporada, contento con cómo está funcionando la química del vestuario.