“La semana va a ser igual de dura que la de después del partido en Melilla”, esgrimía José Miguel Campos, entrenador del Mérida, al finalizar el partido del domingo en San Fernando, donde su equipo caía derrotado por 2-0. «El rival no ha tenido que hacer mucho para marcar gol», lamentaba el técnico.

La puesta en escena llamaba al optimismo, con un Mérida pisando mucho el campo contrario y con una buena presión tras pérdida. Sin embargo, se volvió a demostrar que los errores en esta categoría se pagan. Dani Fernández permite que Carralero se dé la vuelta en el centro del campo y a partir de ahí el cúmulo de fallos defensivos y de achique da lugar a que los locales puedan armar la contra perfecta y ponerse por delante a los cuatro minutos.

Quizás la historia hubiera cambiado si Hugo Rodríguez marca la ocasión clara que tuvo un minuto después, pero se le fue arriba. Aunque el Mérida no se desmoronó, de nuevo un error le hacía ir a remolque.

Los regalos

Campos analizó los tres partidos que su equipo ha disputado a domicilio, en los que no ha conseguido marcar y ha recibido ocho tantos. En este sentido, entiende que «un equipo como el nuestro no puede encajar goles en las tres jornadas fuera de casa antes del minuto 10».

El diagnóstico es muy claro: «hemos vuelto a ser muy débiles en los balones divididos». Su mayor preocupación es «el bajón anímico que hemos vuelto a mostrar tras recibir el gol». Y reitera que «no estamos compitiendo como debemos fuera de casa. Si seguimos regalando los goles de esta manera, no podemos estar donde queremos. Mi equipo no es solvente fuera de casa».

Dentro del pesimismo generalizado y después de entonar el mea culpa, ¿a qué se aferra José Miguel Campos? «Esto es muy largo y tenemos rivales directos a tres puntos», responde. Pero sobre todo al Romano, porque entiende el entrenador que «en los dos partidos de casa, excepto 20 minutos frente al Lorca que estuvimos a merced de ellos, hemos competido bien».

Los números en casa del Mérida no son malos, con cuatro puntos de los seis en liza. El domingo (18.00 horas) recibe al Cartagena que llega de golear (5-3) a La Roda, colocándose segundo. Aunque realmente, la preocupación de la parroquia romana reside en que su propio equipo sea capaz de reaccionar, más que en el rival de turno.