Confianza. Eso lo que pide Diego Merino, que mañana se estrenará en el banquillo del estadio Romano ante su afición. Su debut en la dirección del Mérida no fue bien. Derrota por la mínima en Murcia. Allí había acudido el equipo con apenas cuatro sesiones de trabajo con el nuevo entrenador. Para el duelo de este domingo ya habrá tenido toda una semana para implantar sus conceptos en una plantilla que está deseando conseguir la primera victoria en casa.

Y para conseguirlo hay que jugar dentro y fuera del campo. La del césped intentará controlarla Merino (con el permiso del Yeclano, el rival de mañana). Para la de fuera, la de la grada, pide el máximo apoyo. «El Romano tiene que reventar el domingo. Pueden pasar jugadores y entrenadores por aquí pero lo más importante es el escudo. Necesitamos esa comunión entre equipo y afición», aseguró ayer el preparador en la tradicional rueda de prensa previa de los viernes.

También reclama Diego Merino confianza para sus jugadores, que se sientan apoyados desde la grada, que no haya pitos que introduzcan una presión innecesario a unos jugadores que ya tienen mucha por empezar a ganar de tres en tres. «Esta plantilla se merece un voto de confianza. Llevan dos semanas de trabajo espectacular», apunta el preparador, que recupera a Melchor.

La asistencia media al Romano en los cuatro partidos jugados (dos empates, dos derrotas) ha sido de casi 4.000 aficionados, una cifra que el Mérida quiere subir para que la primera victoria en casa llegue desde la grada.