A sus 35 años, José Manuel Romero tiene una historia distinta a la de cualquier futbolista. El meta del Cacereño volvía el domingo a jugar un partido oficial con el club de su vida más de seis años después de disputar el último, en el año 2002. Entre medias, Plasencia, Moralo y Miajadas, los tres últimos años, siendo uno de los mejores portero de la Tercera.

Romero dejó el trabajo en un concesionario de vehículos que compatibilizaba con el Miajadas "cuando me llamó Angel Marcos este verano y me dio la posibilidad, para agrupar a la gente y aportar mi experiencia". Esto es clásico en el fútbol. Lo que ya resulta un poco diferente es que Kunfu , su primer nombre deportivo, se ha convertido en comercial del Cacereño. "Toda la publicidad que ves en el estadio es mía". El portero-comercial, un tipo que siempre lo ha dado todo como deportista y como persona, se gana así mejor la vida.

"Yo he vuelto para trabajar para el club", sea en el banquillo, en el despacho o en el campo. En el futuro, será preparador de porteros en el club. Es la historia de este hombre hecho a sí mismo, un deportista al que, precisamente por esta condición de hacer piña y de ser un currante , el técnico, Angel Alcázar, le ha acabado premiando.