Pedro Martínez de la Rosa, que acudió a Cheste tras una año sin competir al más alto nivel, mostró ayer su inmensa felicidad, no solo por el tiempo logrado, justo detrás del bicampeón español y por delante de muchos grandes, sino por ver que su cuerpo respondía perfectamente al reto. "Me he preparado a conciencia y, aunque esto es duro, me he quedado sorprendido de lo bien que he funcionado". Para él, "el nacimiento de un coche es más importante para un equipo pequeño que para un grande, pues nosotros necesitamos haber acertado a la primera, pues no tenemos dinero para mejorar el coche a lo largo de la temporada, solo para retocarlo".

El joven piloto de Toro Rosso también estaba ayer feliz. "Este coche es más fácil de conducir que el del año pasado, me gusta, sí". Alguersuari dijo que había visto "mucho mejor" en la pista al Ferrari de Alonso que al Mercedes de Schumacher "pero esto es muy largo, mucho y aún hay que rodar muchos kilómetros".