Puede que todo se diluya en la salida, como sucedió una semana atrás en Hungaroring, pero de momento Nico Rosberg saldrá por delante de Lewis Hamilton en el GP de Alemania (14.00 horas, Movistar TV) después de un golpe de efecto en la clasificación. A pesar de que un problema eléctrico le privó del primer intento y le cargó con gasolina extra para el segundo, el alemán superó a su compañero, a su rival por el título. "Hace 30 años que mi padre logró la pole aquí. Es mi segundo gran premio de casa, pero lo único que quiero es ganar la carrera", dijo eufórico el alemán, el hijo de Keke, campeón del mundo con muchas menos victorias (5) de las que lleva su hijo en su carrera (19).

"He ganado cinco de las últimas seis carreras y espero sumar otra aquí, en Alemania", dijo Lewis Hamilton, sin querer reconocer que un fallo --se fue largo en la curva seis tras bloquear los frenos-- le privó de la pole . "Bueno, podría ser eso u otra cosa", dijo después de librarse, para muchos inexplicablemente, de una sanción. Durante las últimas temporadas, una salida peligrosa del pit --se considera así cuando se hace frenar a otro coche-- se castiga con una multa económica y una reprimenda para el piloto. Para Hamilton hubiera sido la tercera reprimenda del año --se castiga con 10 puestos en la parrilla-- y, por primera vez, solo quedó en una sanción económica (20.000 euros). "Es de chiste", aseguró Marc Gené, desde los talleres de Ferrari.

Hamilton siempre ha disfrutado de una especie de bula, todo lo contrario que Carlos Sainz, al que no le perdonan una. Obstaculizó levemente a Felipe Massa en la clasificación y le cayeron tres puestos en la parrilla. Arrancará 16º en una gran premio que, como para Fernando Alonso (14º), resultará difícil.