Cinco días después de los sucesos de la Supercopa de España, el presidente del Barcelona, Sandro Rosell, se explicó donde más le gusta, ante los socios y peñistas asistentes al Congreso Mundial de Peñas. El dirigente azulgrana apeló a la cordura y expuso los motivos por los que la junta ha decidido no denunciar al técnico madridista, José Mourinho, por meterle el dedo en el ojo a Tito Vilanova. "Hemos de poner seny el llamado "sentido común catalán", reducir el nivel de crispación e intentar no echar más leña al fuego o acabaremos matándonos todos por la calle", vaticinó Rosell, que recordó que, ya en el partido de ida en el Bernabéu, el autocar de los directivos azulgranas fue apedreado. "Vamos mal, algo no funciona", sentenció.

En esa deriva por el mal camino en que han entrado las relaciones entre Barça y Madrid, el dirigente tiene clara una cosa: "El problema no lo tenemos nosotros, lo tienen ellos".

Rosell, que se dirigió a los asistentes alternando el catalán y el castellano, no dijo nada de romper relaciones institucionales con el Real Madrid, como amenazó al término de la pasada temporada.

Lo que sí explicó es el motivo por el que el Barça no ha denunciado al técnico blanco. "El cuerpo nos pedía una cosa, pero el seny ha dictaminado otra. Decidimos no denunciarle después de hablar con Zubizarreta, con Guardiola y con Tito Vilanova, quien nos pidió por favor que no lo hiciéramos porque él no quería ser protagonista de esta historia y porque la polémica podía afectar la preparación de la final de la Supercopa de Europa ante el Oporto".

Rosell agregó que la "opinión pública" ya tiene muy claro lo que ha pasado. "Todo el mundo tiene claro que lo que ha hecho este señor no es correcto y ya ha dictado sentencia. La federación ya actuará si quiere", añadió el dirigente, que pidió a los socios y peñistas que "disfruten de los mejores años del barcelonismo".

LA SORPRESA Cesc Fàbregas y Alexis Sánchez fueron los invitados sorpresa al congreso de peñas. El presidente, en el caso del catalán, le agradeció de nuevo que renunciara a ganar cinco millones para poder fichar por el Barça. "Bienvenido a casa", gritó uno de los peñistas al de Arenys de Mar. Rosell valoró también la reciente inauguración de la nueva Masia y la recuperación del patrimonio de la entidad. "Hemos parado la recalificación del Miniestadi". También destacó que el club ha recuperado la sintonía con todas las instituciones y que en buena medida se ha logrado "despolitizar el club".