Hace un sol veraniego, español, mediterráneo en Sachsenring, el trazado de la antigua República Democrática Alemana, y resulta muy sudoroso enfundarse el mono de cuero y subirse a un aparato de más de 260 caballos de potencia, alcanzar los 300 kilometros por hora, sufrir el sofoco que producen los 55 grados que había en la pista y tratar de olvidarse de que, hace poco más de un mes, tenía la pierna derecha destrozada por tres sitios (dos fracturas en la tibia y otra en el peroné). Pero eso y mucho más ha hecho hoy Valentino Rossi, que ha terminado los primeros entrenamientos libres del Gran Premio de Alemania (11.15 horas, TVE-1, el próximo domingo) en séptima posición, curiosamente muy pegadito a su compañero de equipo, el mallorquín Jorge Lorenzo, que ha acabado sexto.

El mejor crono lo ha hecho Dani Pedrosa (Honda, 1.22.521 minutos), superando en 0.274 segundos al australiano Casey Stoner (Ducati), que hace poco más de una semana anunció su fichaje por Honda para la próxima temporada, y 0.703 segundos sobre Lorenzo, líder del Mundial de MotoGP, y 0.723 sobre el Doctor.

COGER EL RITMO

Los ensayos han demostrado que Rossi ha vuelto para, en efecto, recuperar su tacto con su Yamaha pero también, sí, para ir cogiéndole el ritmo a un campeonato que para él no ha concluido todavía.

Desde el primer momento, el campeonísimo italiano se ha colocado entre los cuatro primeros de la categoría por detrás, en principio, de Stoner, Lorenzo y el siempre impetuoso francés Randy de Puniet (Honda). A Rossi se le ha visto suelto, cómodo y peleón ya que no ha rechazado ninguna rueda y siempre ha tratado de ir pegadito, sin miedo, detrás de algún compañero de parrilla, tal vez para probarse, para saber si el domingo se atreverá a mantener pulsos durante la carrera.

PRUEBA SUPERADA

"Una cosa tengo clara", dijo antes de subirse a la moto, "la única duda que tengo es si podré soportar todas las vueltas de la carrera y, sobre todo, si mi hombro derecho, del que no me he operado porque me anunciaron que tardaría más de dos meses en recuperarme, es decir, más que de la doble fractura de mi pierna derecha, seguirá maltratándome en la última parte del gran premio".

Rossi, que cada vez que se detenía en su boxe ofrecía muy buena imagen,ha dado tantas vueltas como el que más (29, por 31 de Pedrosa) y, aunque ha acabado agotado, ha mostrado su satisfacción por haber superado con buena nota la prueba de fuego. Es evidente que Rossi ha regresado. Y es evidente que ha vuelto para quedarse y pelear, si no el domingo, muy pronto por el podio. Sus adversarios han tomado buena nota de ello.