Saben que va a ser duro. Muy duro. Han tenido suficiente con dos grandes premios para saber que este campeonato no va a ser como el del año pasado cuando los dos fueron protagonistas máximos, únicamente inquietados por Pedrosa, que no solo se peleaba con su Honda sino que mantenía un pulso --que, al final, ganó por goleada-- con su compañero de equipo, Nicky Hayden, e, incluso, con la cúpula del departamento de competición de Honda, el HRC (Honda Racing Corporation). Es más, el pupilo de Alberto Puig logró las últimas cinco poles y ganó la última carrera, en Valencia. Y, finalmente, ante la desesperación de Vale , le arrebató el subcampeonato.

FIESTA Rossi, todo sonrisas ayer, reconoció que estamos ante uno de los Mundiales más igualados de los últimos años. "La aparición de Lorenzo y Dovizioso, el magnífico estado de forma de Pedrosa, la fuerza de Stoner y mis ansias de revancha van a convertir esta temporada en algo espectacular, seguro", dijo el Doctor , ansioso de vivir cada uno de los grandes premios. "Este año veremos cosas tan sorprendentes como que un piloto, por ejemplo Stoner, gane una carrera y, a los 15 días, acabe, como aquí, en Jerez, en el puesto 11º".

Rossi no lo dice con esas palabras, está convencido de que la tremenda rivalidad que acaba de descubrir entre Pedrosa y Lorenzo le beneficiará. Sin duda recuerda su pique histórico con Max Biaggi. "Para Pedrosa quedar por delante de Lorenzo es un estímulo, de la misma manera que lo es para Jorge. Por fin hay dos pilotos que se pelean, entre comillas, sin que yo sea uno de ellos. ¿Saben cómo se arreglará eso? Pues me temo que en la escalera de Montmeló". Allí, en el camino al podio del Circuit, en el 2001, fue donde Rossi se pegó con Supermax después de que Vale le ganase al esprint a Biaggi. Cristalino.

Rossi se sorprendió de la impresionante carrera de Pedrosa. "Si he de decir la verdad, esperaba que Lorenzo hiciese la carrera que ha hecho Dani, es decir, que aprovechase el ritmo demostrado en los entrenamientos y tratase de escaparse", confirmó.