Fue el lance decisivo del Gran Premio de España. Si un desconocido Valentino Rossi no hubiese arrollado, con un ímpetu desproporcionado, más propio de un rookie de la Red Bull Cup que de un veterano campeón del mundo, a Casey Stoner en una curva indiferente cuando aún restaban casi 20 vueltas para la bandera a cuadros, nada hubiese sido como fue. Es decir, muy probablemente, Jorge Lorenzo no se hubiese coronado, de nuevo, ganador en casa.

"Vi que llegaba Vale . Oí el poderoso rugir de su Ducati, conozco bien ese sonido y le dejé espacio para que me pasase. No me importaba que, a esas alturas de la carrera, me superase. Y, de pronto, me encontré en el suelo, tirado por su incomprensible coraje". Stoner no daba crédito a lo que había ocurrido. Y, menos aún, a la indiferencia de los comisarios que, más próximos a los forofos futbolísticos, se fueron todos, en manada, hasta seis, a ayudar al Doctor . Levantaron su moto, le empujaron y Rossi pudo reemprender la marcha.

Stoner empezó a gesticular, a gritar, a pedir ayuda y, finalmente, también le ayudaron a él, pero ya era demasiado tarde. El australiano se quedó apoyado en el muro, les hizo un corte de mangas y, la siguiente vez que vio pasar a Rossi, le aplaudió, como diciendo: "Ya lo has conseguido, estoy fuera y tú en carrera". Hay quien dice que el Doctor le mostró, despreciativamente, su dedo corazón izquierdo. Rossi lo desmintió categóricamente. "Simplemente levante la mano, disculpándome por el incidente".

Recordando Laguna Seca

Concluida la carrera, Rossi se llevó las cámaras hasta el box del equipo Repsol-Honda. Y buscó a Stoner, que ya se había cambiado. Y le alargó su mano derecha. "I´m sorry, I made a mistake". Lo siento, me he equivocado, le dijo el Doctor . Stoner estrechó su mano y, con la izquierda, le acarició, más irónicamente aún, su hombro. "¿Qué? Ya veo que te duele el hombro. Sí, sí, te duele mucho, ¿verdad?". Rossi no entendía nada. O pareció no entenderlo. Hasta que Casey añadió: "Tu ambición es mayor que tu talento". Ahí acabó el diálogo, entre dos pilotos que se odian desde que, en el 2008, en Laguna Seca, Rossi superó a Stoner en el peligroso sacacorchos en un adelantamiento que pudo costar, si no la vida, sí al menos graves consecuencias a los dos.

"Lo siento, puede que haya arruinado la victoria a Casey", lamentó Rossi poco después. "No fue un error de estrategia, no soy tan bobo como para atacar antes de tiempo. Ha sido un fallo de pilotaje. Creí que sería capaz de meter la moto en esa curva". Es evidente que el Doctor erró. Porque este es un médico desesperado. Sabe que le va a costar ganar. Y parece que tiene prisa. "Solamente espero y deseo que Vale arregle cuanto antes sus problemas físicos y mecánicos para que no vuelva a cometer imprudencias de este estilo", dijo Stoner, tras lamentar el pasotismo de los comisarios, que pasaron de él.