Amigos, ustedes que lo saben, es lo que tiene Le Mans. Nada nuevo bajo el sol, perdón, el cielo encapuchado, del mítico circuito francés: mal tiempo; perdón, horrible; incertidumbre todo el fin de semana; lluvia, segura, como hoy, luego se seca pero mentira!, no se seca del todo y queda esa pista que solo dos atrevidos, dos intrépidos, dos pilotos contundentes como el australiano Jack Miller (Ducati, 1.34.356 minutos) y/o el magnífico Marc Márquez (Honda), al que, también, sí, también, le gusta ese asfalto que está seco, pero no, que está húmedo, pero sí, que parece barnizado de polvos talco, son capaces de lograr buenos tiempos. Es más, Valentino Rossi (Yamaha) ha dicho, al concluir los ensayos de hoy, que "correr en octubre en Le Mans, con este frío, es muy peligroso".

UN CUARTO DE HORA DE GLORIA

Eso sí, buenos tiempos en los minutos de la basura, que es como definen en la flamante NBA esos instantes en los que los que no juegan habitualmente (es decir, los que no ganan habitualmente) sacan la cabeza y se colocan arriba de la tabla de tiempos. Como ese checo, Filip Salac, de 18 años, del Rivacold Snipers Team, que ha logrado hoy el mejor crono en Moto3 o el inglés Jake Dixon (Petronas), de 24 años, que lideró la tabla de Moto2. Ambos tuvieron su cuarto de hora de gloria.

Son unas condiciones que no gustan a nadie. Peor aún, son unas condiciones en las que no sirve de nada dar vueltas porque al día siguiente (es decir, mañana), igual está seco todo el día y el trabajo de ayer no sirve de mucho. Más peor: algunos buenos, como Fabio Quartararo (Yamaha, 11º), Valentino Rossi (Yamaha, 12º), Alex Rins (Suzuki, 14º) o Andrea Dovizioso (Ducati, 19º), que, encima, se ha caído, tendrán que salir hoy, en el primer entrenamiento, con el cuchillo entre los dientes para intentar meterse entre los 10 mejores tiempos para acceder directo a la quali de la Q2.

CRÍTICAS DEL 'DOCTOR'

Siento decirlo porque los organizadores del Mundial están haciendo un gran esfuerzo para que exista este Mundial, pero venir a Le Mans en pleno octubre es muy peligroso, la pista está a 20, hace un frío tremendo, no hay manera de calentar los neumáticos y todo se hace cuesta arriba, señaló Rossi. El problema es que con la pista tan fría y los problemas que arrastramos de falta de confianza en los nuevos Michelin, aún es más difícil fiarte del tren delantero, imprescindible para pilotar agresivamente, remató el Doctor, que, sí, cree que el clima es igual para todos.