En silencio el rugby cacereño busca un hueco entre los grandes. Líder invicto de la competición en el grupo H de la Primera División Nacional, el CAR Cáceres suma ya cuatro victorias consecutivas con el objetivo de asegurar cuanto antes el billete a la fase de ascenso a la División de Honor B, la Segunda División de este deporte. Martín Rojo, segundo entrenador y jugador del primer equipo, asegura que la impecable marcha del conjunto cacereño se debe al trabajo realizado por el club esta temporada, con una mezcla de juventud y veteranía.

Aunque el técnico opina que la exigencia puede ser mayor en el juego y la concentración, tiene claro que los dos equipos de Valladolid --Entrepinares B y El Salvador B-- son de gran calidad, Universidad de Badajoz con un nivel parejo a los cacereños y la cenicienta del grupo, el Pasgón Play de León.

Para Martín Rojo, que comparte la dirección con Juan Rosado, el primer equipo se ha consolidado esta temporada tras el fallecimiento de José Angel Hermosilla, su entrenador-jugador icono . "Fue muy difícil sustituirle. Hubo que reestructurar el club y poner gente a la cabeza que diera confianza a los jugadores". Las aspiraciones, explica, pasan ahora por superar el mal trago de la fase de ascenso de la pasada temporada en la que el CAR Cáceres se quedó a un paso del ascenso. "Debemos intentar dar el paso y tratar de alcanzar la División de Honor B", subraya.

Para Martín Rojo esta categoría está más pareja al nivel del equipo cacereño con equipos de Andalucía y Madrid. "Nos falta aún tener mucha más gente de las categorías inferiores". El club trabaja en la actualidad con más de 100 jugadores en diferentes categorías, entre ellas un equipo femenino, con unos recursos económicos procedentes en su mayor parte del ayuntamiento cacereño. De un presupuesto superior a los 40.000 euros, más de 35.000 corresponden a la ayuda municipal.

Mayor implicación

En cuanto a la respuesta del público, el entrenador-jugador afirma que el trabajo del club se ha visto beneficiado por la mayor cobertura mediática. "Si conseguimos implicar a más gente que ha estado relacionada con el rugby y que se ha desentendido, sería la mejor manera de crecer socialmente porque deportivamente lo estamos haciendo".

A pesar de ello, Martín Rojo opina que los mayores obstáculos del rugby están en la falta de jugadores-estrella y de patrocinadores privados que respalden al club, tras la salida de Placonsa hace varias temporadas. El Car mantuvo contactos con empresas la pasada temporada aunque no fructificaron al no consumarse el ascenso.

Sobre el alicaído panorama del deporte cacereño, Rojo asegura que el rugby "trata de representar a Cáceres lo mejor que podemos aunque con la carencia de estrellas mediáticas. Nuestra labor fundamental está enfocada a la cantera con jugadores de Cáceres o que viven aquí".