Repetir el partido que eliminó a Holanda es el objetivo que se ha fijado Rusia para enfrentarse, 16 días después del debut, otra vez a España. Una actuación que asombró a media Europa, que de repente ha girado sus ojos hacia el once que dirige Guus Hiddink. Y a sus jugadores. Arshavin, Pavlyuchenko, Akinfeev, Semak o Zhirkov ya reciben otra consideración, ya se han convertido ahora en futbolistas interesantes para cualquier club necesitado de fichajes.

Rusia tiene otra pinta. No es la incógnita del primer encuentro del grupo D. Todo el mundo sabe cuáles son sus armas y cuál es su nivel. Cuál es su estilo, muy semejante al holandés por obra y gracia de Hiddink, que ha moldeado a la selección eslava del mismo modo que transformó a Corea del Sur (semifinalista en el Mundial 2002) y a Australia (octavo finalista en el 2006). "Nuestros jugadores no tienen miedo de jugar a fútbol. No tienen miedo de atacar, de tocar el balón, ni de perderlo", explicó ayer Víktor Onopko, el jefe de la expedición rusa.

La referencia

El exjugador del Oviedo y del Rayo Vallecano forma parte del equipo de Hiddink. Es el enlace entre la federación y la selección. Recordman de internacionalidades con Rusia (109 veces, 7 goles) hasta su retirada en el 2004, ha podido comprobar la metamorfosis operada en el combinado nacional con la llegada del técnico. Podría resumirse en la actuación del debut frente a España en Innsbruck y la del sábado en Basilea. "Fuimos mejores que Holanda", subrayó Onopko.

Pero ahora Rusia jugará sin red. Igual que la roja. Reparó el error inicial con sendas victorias a Grecia y Suecia antes de dar la campanada ante Holanda. Repetir una mala actuación en la semifinal significa el adiós. "El 4-1 es historia, hemos mejorado mucho", admitió Onopko en el vestíbulo del hotel donde se alojaba la selección. Rusia se quedó en Basilea para celebrar la goleada a Holanda, descansar y empezar a preparar la cita del jueves con un entrenamiento ayer. El equipo regresará hoy a Austria.

Esa mejoría fue anímica. Hiddink sometió a su gente a terapia psicológica. Habían ganado todos los amistosos. Se creían ya preparados, pero el triplete de Villa les devolvió a tierra. "Les insistió que podían jugar mejor --desveló Onopko--, y para mí no ha sido una sorpresa la progresión del equipo porque sabía que podían mostrar el nivel que exhibieron ante Holanda". Un rival al que combatieron con las mismas armas. Con la misma filosofía. "Si atacas tú no das la posibilidad al contrario de atacar, nos defendemos atacando". Onopko adoptó incluso el término de fútbol total acuñado para aludir el juego de Holanda para resumir el perfil de Rusia.

Los números acreditaron el espíritu de ambos conjuntos. Fue el partido con más ataques iniciados, con remates a portería, dentro y fuera de los tres palos, con más disparos desde fuera del área y el que más paradas tuvieron que hacer los porteros. "Van Basten entró en nuestro vestuario para reconocer que habíamos sido mejores", explicó Igor Semshov.

Primera reunión

Tras el almuerzo de ayer hubo la primera reunión entre Hiddink y los jugadores, sabido ya que se enfrentarán a España de nuevo y no a Italia. Igual que Holanda, el equipo de Luis Aragonés guarda pocos secretos para el técnico por su lejano paso por la Liga al frente del Valencia, el Madrid y el Betis. Y si hubiera alguno, se lo desvelaría Onopko, que fue discípulo en el Oviedo de Aragonés, "un gran técnico y una buena persona que te dice las cosas a la cara y nunca miente".

Tampoco miente Onopko, que tiene 38 años, cuando dice que Rusia es bastante más que Andrei Arshavin, la gran revelación. Pero con el mediapunta, ausente en el partido ante España, mejora en capacidad ofensiva. Lleva dos goles, ha dado dos asistencias y se erige en el jugador más cotizado del torneo, seguido de cerca por Pavlyuchenko. "Este partido frente a España no tendrá nada que ver con el primero", opinó el exdefensa, antes de asegurar que Rusia no tiene miedo.