RUSIA: (25+15+25+21): Holden (18), Samoylenko (2), Khryapa (15), Kirilenko (29), Savrasenko (8) -cinco inicial-, Morgunov (6), Pashutin (2), Monia (4), Shabalkin (-) y Padius (2).

LITUANIA: (12+21+25+16): Jasikevicius (5), Kaukenas (12), Siskauskas (30), D. Lavrinovic (-), Javtokas (3) -cinco inicial-, Maciulis (-), Songaila (8), Jasaitis (9), Kleiza (5) y K. Lavrinovic (2).

ARBITROS: Lamonica (ITA), Muhvic (CRO) y Sutulovic (MNE). Excluyeron a Monia (m.39). Señalaron sendas técnicas a Savrasenko y Jasikevicius (m.20).

Con un recital de Andrei Kirilenko, la estrella de los Utah Jazz, que anotó 29 puntos (10 de 14 en el tiro) y logró 8 rebotes, Rusia dio carácter oficial a su regreso a la élite después de varios años de marginación que le llevó a estar ausente en los Juegos de Atenas 2004, y el año pasado, en el Mundial de Japón.

El alero ruso se zampó solito a la defensa de Lituania (86-74), el único equipo que permanecía invicto hasta ayer en el torneo y que soñaba con repetir la final del Europeo de hace cuatro años, en la que se encontró a España. No lo permitió Kirilenko ni tampoco un bloque monolítico, de una enorme pegada que ha conseguido construir el técnico americano David Blatt, en su primera aparición como técnico de la selección rusa. En buena parte es suyo el mérito de conseguir que unos jugadores siempre sobrados de talento como los rusos destilen carácter sobre la pista. Ha hecho un buen trabajo. Rusia desprende química, tiene talento y tipos de un poderoso físico.

BRONCE CON GRECIA Lituania, que deberá pelear hoy por el bronce con Grecia, tuvo que vivir en exceso de los puntos de Siskauskas y echó en falta una mayor aportación de Sarunas Jasikevicius, a quien una lesión en la rodilla derecha ha tenido en jaque en esta fase final del torneo. Jasikevicius, a quien persigue media Europa, incluido el Barcelona, para que deje la NBA tras dos años con un papel secundario en Indiana Pacers y este año en Golden State Warriors, está a punto de cerrar un acuerdo con el Panathinaikos.