Periodista

Ahora que a los entrenadores al uso hay que rendirles poco menos que pleitesía, que subidos a sus pulpitos andan por encima del bien y del mal y hasta pidiendo a los periodistas que acudan a las ruedas de prensa provistos de títulos y certificados de buena conducta..., llega el seleccionador nacional absoluto y ejerce de todo lo contrario. Al margen de un tipo cordial y amable, dispuesto a dar todo tipo de facilidades y atenciones, resulta que no le escuece hacer una pila de kilómetros para ver en directo a una selección, sea de la categoría que sea. Ayer llegó a Almendralejo para estar con sus chicos de la sub´20 y dio muestras de ser un gran conocedor del fútbol regional. Pase lo que pase, él ya ha ganado un campeonato: el de la hombría de bien.