Carlos Sainz y Marc Coma mantuvieron alta la bandera española en el rally Dakar porque no flaquearon en el primer contacto con las dunas mauritanas, que se saldó con victorias de dos corredores que no conocían hasta ahora el primer escalón del podium. El español Jordi Viladoms en motos y el estadounidense Roby Gordon en cuatro ruedas sorprendieron a los grandes favoritos para conocer el sabor de un triunfo en la arena del Dakar, en una larga etapa de 817 kilómetros, 394 de ellos sometidos a la dictadura del crono, entre la ciudad marroquí de Tan Tan y la mauritana de Zuerat, agravados por el viento, el consiguiente polvo y, por momentos, la inesperada lluvia.

A sus 27 años, Viladoms, fiel escudero de Coma, se llevó una agradable sorpresa, la consecución de un sueño que inscribe su nombre en el selecto grupo de los aventureros del desierto.

Superó en la meta a Coma en 57 segundos, al estadounidense Chris Blais en un minuto y al también español Isidre Esteve, segundo de la general, en 3:08.

En coches, Sainz --que ayer fue cuarto-- sigue dirigiendo al grupo de favoritos mientras el peligro del desierto crece jornada jornada a jornada.