Desde que es un inquilino habitual de la élite del baloncesto femenino español --cuatro de las últimas cinco temporadas en la Liga Femenina Dia--, el Nissan Al-Qázeres Extremadura ha tenido un sueño: fichar a Gaby Ocete. Consideraba que su salto de calidad estaría en tener a una base nacional de su nivel. Y este verano, y tras un largo cortejo, esta mallorquina de 30 años ha dejado de ser inalcanzable para el club.

El matrimonio se formalizó ayer con la presentación oficial de la jugadora, que dijo estar también «muy contenta e ilusionada» con su nueva etapa. «Estamos haciendo un grandísimo equipo. A lo mejor se pensaba ya antes de que llegáramos, pero es que se está entrenando muy bien. Las expectativas son muy altas porque queremos conseguirlo todo. Espero ayudar para ello», deseó.

Según contó, algo clave fueron las ganas de incorporarla que detectó en el Al-Qázeres. «Manteníamos conversaciones y me presentaban el proyecto, que era muy ambicioso. Eso fue lo que más me gustó, así como las compañeras que se iban fichando», añadió. Con Ocete llegaron dos de sus compañeras la pasada temporada en el Mann Filter, la escolta Pao Ferrari y la alero Shacobia Barbee.

Sin embargo, no cree que la fórmula del tercer clasificado de la pasada edición liguera vaya a calcarse ahora. «Todos los equipos son diferentes. Aunque estemos nosotras tres, el juego de Jesús [Sánchez, el entrenador] es distinto. Nos estamos adaptando a él. Lo que sí somos es un nuevo Al-Qázeres», dijo.

Ocete se comprometió a mantener su línea habitual, «una jugadora muy de equipo, que intenta que todas mis compañeras rindan al máximo. A partir de entonces, ser un poco ‘el entrenador en la pista’, reflejar lo que él quiere».

Tampoco eludió que el objetivo principal será meterse en la Copa y los ‘playoffs’ por el título, pero agregó un mensaje aún más ambicioso: «a partir de entonces, lo que surja. Es lo que debemos tener en la cabeza porque así es cómo se consiguen las cosas».

De momento, tras apenas diez días de pretemporada, afirmó que lo importante es «coger ritmo». El Al-Qázeres jugó en Francia el pasado sábado y lo hará pronto en Portugal. «Está siendo todo muy internacional. Pocos clubs pueden decir que van a hacer tantos viajes y tantas cosas como nosotros. Eso es bueno: se hace equipo porque se pasan muchas horas juntas y eso nos va a venir muy bien», comentó la jugadora.

Carla y el Mundial

Compartirá posición con Carla Nascimento, toda una ‘institución’ en el club y que, previsiblemente, le cederá su rol de titular. Pero parece que, más que competencia, lo que hay ya es complicidad entre ambas. «Nos ha acogido a todas las nuevas. Me ayuda mucho en pista y nos podemos complementar muy bien, incluso jugando juntas. Entre las dos tenemos que dirigir al equipo», deseó la balear.

Seguirá de cerca lo que suceda en el inminente Mundial de basket femenino. Ella, pese a ser una de las mejores bases nacionales de la Liga --máxima asistente en la 2017-18--, no ha podido asomarse la internacionalidad absoluta por la fuerte presencia de jugadoras como Silvia Domínguez o Laia Palau. «Están quienes tienen que estar, las doce mejores para representar al país. Estoy muy contenta de que un Mundial sea en España. Lo malo es que no podamos ir a verlo. Les deseo lo mejor. Nos van a representar muy bien», auguró.

A su lado, el técnico Jesús Sánchez no añadió mucho en medio de un torrente de elogios: «Gaby necesita poca presentación para la gente que sigue el baloncesto femenino. Lleva muchos años jugando a gran nivel en la Liga. Hace a sus compañeras mejores y eso es con lo que esperamos que nos ayude: que sea enlace entre los entrenadores y el resto de las jugadoras. Y no vive solo de su pasado: solamente hay que fijarse en la última temporada que ha hecho».