Parece que esto se arregla. Una inolvidable victoria del Cáceres Patrimonio de la Humanidad ante el Covirán Granada (85-79) le da más de media permanencia en la LEB Oro. Solo una derrota --bastante improbable, la verdad-- el próximo viernes en la pista del Canoe y el triunfo del Prat en Oviedo --contra pronóstico también-- impediría que Extremadura continuase teniendo un equipo en la segunda categoría nacional la próxima temporada.

Qué respiro más monumental. Como la propia ciudad que alberga a este equipo que, a la hora de la verdad, está sabiendo sacar adelante una situación que llegó a ser propia de una trama de The Walking Dead. El zombi que ha sido este equipo gran parte del año ha revivido y está a punto de seguir entre los vivos.

Para la retina quedará sobre todo el triple con tiro adicional incluido de Cole Huff en el peor momento (del 77-79 al 81-79 a falta de 32 segundos). Un momentazo para enmarcar que culminó una noche que empezó mágica y pudo terminar en pesadilla. No fue así y ahora solo queda rematar el trabajo en Madrid dentro de seis días.

Y es que el primer cuarto fue prácticamente perfecto. El Cáceres parecía tranquilo, sin aparentar el dramatismo que casi obligan partidos como este.

Lo de Dan Trist y Niko Rakocevic fue sencillamente extraordinario. El primero, encontrando el aro al límite de la posesión en varias ocasiones con canastas que dieron mucha confianza a todos; el balcánico, en absoluto estado de gracia con 11 puntos y sin fallo en el tiro, incluyendo tres triples imposibles.

Así las cosas era inevitable no ir cogiendo diferencias, por mucho que el Granada, listo y duro, aparentase tomárselo muy en serios. Al final de cuarto, 23-17 y mucho optimismo en las gradas.

El segundo arrancó incluso con mejores vibraciones (29-19, min. 13). Por si fuera poco, el Cáceres sobrevivió bien a la introducción de su ‘segunda unidad’ --TJ Sapp fue baja, lesionado-- y cuando regresó Rakocevic, lo hizo con su cuarto triple (43-25, min. 17).

Los andaluces se revolvieron y minimizaron daños al descanso (46-34), pero la sensación era de una esperanza bien fundada.

SEGUNDA PARTE / El partido se calentó tras el paso por los vestuarios. Los dos equipos se jugaban demasiado como para ahorrarse una sola gota de sudor o un solo codazo, aunque fuese disimulado. Los árbitros se contagiaron del desconcierto reinante, que favorecería a Granada (58-53, min. 27).

Fueron momentos complicados porque el balón, por primera vez en todo el choque, pareció empezar a quemar en las manos de los verdinegros, que se afrontaron los últimos diez minutos con una ventaja mínima (60-58).

Un triple visitante culminó la remontada cuando se reanudó el choque. Se abrió entonces una lucha cruenta, tensísima, con el marcador en un columpio solo apto para manicomios (71-67 a 5:00; 75-77 a 1.18). Al borde del desmayo colectivo, en medio de una tensión enfermiza, Huff hizo algo demoledor que cambió el destino, ese 3+1 para la historia. Aún faltaría una pizca de suspense, porque el Granada tuvo dos balones para forzar la prórroga o ganar, pero esta vez salió cara para un Cáceres que olfatea el Oro para la 2019-20.

CÁCERES85

GRANADA79

3Marcador por cuartos: 23-17, 46-34 (descanso), 60-58 y 85-79 (final).

3Árbitros: Bravo, Zamora y Pazos. Sin eliminados.

3Pabellón: Ciudad de Cáceres.

3Espectadores: 2.000.

3Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Andy Mazurczak (12), Niko Rakocevic (16), Dani Martínez (6), Dan Trist (15), Angelo Chol (4) -cinco inicial- Guille Corrales (6), Alex Jordá (0), Luis Parejo (11), Cole Huff (12), Bakary Konate (3).

3Covirán Granada: Manu Rodríguez (5), Joan Pardina (7), David Iriarte (0), Carlos Cobos (16), Sergio Olmos (10) -cinco inicial- Eloy Almazán (0), Carlos Corts (2), Alejandro Bortulussi (2), Xabier Oroz (3), Josep Pérez (12), Devin Wright (3), Guillem Rubio (19).