MILAN 1: Dida; Simic (Chamot, m.90), Costacurta, Maldini, Kaladze; Gattuso, Ambrosini, Seedorf; Rui Costa (Serginho, m.76), Rivaldo; Shevchenko (Tomasson, m.81).

REAL MADRID 0: Casillas; Michel Salgado, Helguera, Pavón, Roberto Carlos; Cambiasso (Solari, m.76), Celades; Figo, Zidane, Raúl; Morientes (Portillo, m.61).

GOL: 1-0. Min.40: Shevchenko.

ARBITRO: Urs Meier (SUI). Mostró tarjeta amarilla a Gattuso (m.47), Pavón (m.70), Helguera (m.85).

INCIDENCIAS: Partido de la primera jornada de la segunda fase de la Liga de Campeones de Europa. Cien seguidores del Real Madrid.

Un gol del ucraniano Andreij Shevchenko dio el triunfo al Milan sobre el Real Madrid (1-0), revitalizando a su equipo y haciendo pequeño a un conjunto madridista que no supo matar en el primer tiempo y se va de San Siro con su serie negra de derrotas.

El conjunto madrileño no sólo había perdido en las cuatro precedentes visitas europeas al Milán, sino que sólo había sumado dos en las siete al Inter. Hoy aumentó su negativa racha y sumó otra nueva derrota. Y pudo salir goleado.

Lo hizo en un ´derbi de Europa´, con los dos clubs con mayor número de Copas de Europa conquistadas (nueve el Real Madrid y cinco el Milan), que tuvo juego a ráfagas, en donde el equipo madridista fue de más a mucho menos. Lo contrario que el cuadro milanista.

BAJAS MADRIDISTAS

El Real Madrid de las circunstancias, que a las bajas de Ronaldo, Hierro, Makelele y Raúl Bravo unió la lesión de Guti y el proceso gripal de Flavio Conceicao, planteó un partido abierto: con Celades en medio campo y Morientes en ataque. Y en el primer tiempo dejó en evidencia al actual líder de la liga italiana.

Un Milan que sin Pirlo --en el banquillo-- no tuvo orden ni creación en su centro del campo, pues, durante esos minutos, Seedorf, en su reencuentro con su exequipo anduvo perdido y eso que inició con un disparo ante el que Casillas hizo un milagro (m.3), y el portugués Rui Costa estuvo demasiado en tierra de nadie.

El equipo de Vicente Del Bosque, en cambio, con Celades sobre un Rivaldo muy retrasado y pesado, y Cambiasso cobre Rui Costa, se hizo con el control del balón y a impulsos de un Zidane libre y con ganas construyó casi más ocasiones de gol que las tenidas en los tres

últimos encuentros.

Pero al conjunto madridista, que tuvo la banda izquierda a placer de Roberto Carlos, quien envió una falta lejana cerca de la cepa derecha (m.10, le faltó el gol. Sobre todo, el acierto a Morientes, quien falló dos clarísimas ocasiones ante Dida (m.26 y 34). Desde luego, el extremeño no se encuentra en vena de aciertos ante la meta rival, justo cuando tiene la oportunidad de reivindicarse.

EL GOL

El equipo madrileño dominaba y parecía tener ante las cuerdas a su perdido rival. Pero le faltaba matar. La falta de acierto en el remate le podía jugar una mala pasada y ello se vio ya después.

Shevchenko, el deseado por el equipo madridista y el que más activo se había mostrado de su equipo, marcó el desmarque a Rui Costa, se fue en medio campo entre los dos centrales del Real Madrid, y tras recibir el buen pase del luso se plantó ante Casillas, que nada pudo hacer (m.40).

El 1-0 levantó los ánimos tanto de un Milan que estaba perdido como de una afición que temía la ventaja madridista. Se ensalzó tanto el equipo milanés que pasó a dominar, a hacer suyo el partido. con un Rui Costa crecido, al que ya Celades sólo veía de lejos, y un Rivaldo que ya se permitía incluso algún que otro lujo.

El Real Madrid era ahora quien sufría, quien no se encontraba sin sitio. Puede dar gracias el equipo de Del Bosque a Casillas (m.50), que sacó otra mano prodigiosa esta vez a disparo colocado de Rui Costa, de no haber encajado pronto el segundo gol.

Rivaldo (m.77) y Kaladze (m.78) estuvieron cerca de poner el 2-0. El Real Madrid, en cambio, ya con Solari en el campo y sin capacidad de recuperar balones y dejando amplios espacios, sólo inquietó con un disparo de Zidane (m.80) y a balón parado.

En una de estas acciones, el árbitro anuló un gol a Raúl por fuera de juego (sólo un marcador tras él) y Dida paró a disparo de Roberto Carlos (m.82). Demasiado poco, quizás.