El presidente del Barcelona, Sandro Rosell, envió ayer una carta a los socios y aficionados del club, a través de los medios, en la que asume toda la responsabilidad y los errores que pudieron cometer el sábado en el viaje a Pamplona para jugar contra el Osasuna.

El Barcelona, según argumentó el club, estuvo a expensas de la información que recibió de Aena y de la Federación Española, hasta el punto que la expedición no pudo viajar en avión y el organismo federativo, después de apuntar un posible aplazamiento del partido, obligó a los barcelonista a desplazarse a Pamplona con la amenaza de perder los tres puntos.

"Asumo toda la responsabilidad de lo que sucedió en las horas previas al partido. Dirigí las gestiones con la Española y es mía toda la responsabilidad que de ello se derive", señala en la carta el mandatario azulgrana, que se ha animado a enviar el comunicado después de "leer y escuchar comentarios en los que se criticaba" su "falta de previsión y estrategia de comunicación".

Además, Rosell también ha emprendido esta acción después de observar cómo reaccionaba el entorno, donde considera que se ha interpretado que se ponía en duda su "actuación como club para gestionar la crisis".

"Creí en la palabra de los dirigentes de la Federación Española y en la de los rectores de Aena. A pesar de los errores, siempre lo hice por encima de todo pensando en los intereses del Barça. De todo ello, sacaremos conclusiones en un futuro", añade.

"Los socios depositaron en mí su confianza para presidir el club y este extraordinario cargo me obliga a ser autocrítico", remarca.