Todo pasa porque ganemos los cuatro partidos y esperar que se den otros resultados. Nuestro trabajo es ganar los cuatro partidos, el primero en Zaragoza y que pase en otros partidos lo que la suerte disponga». Así afronta el técnico del Santa Teresa la recta final en la liga Iberdrola de fútbol femenino. Su equipo, colista a 10 puntos de la salvación con 12 en juego, recibe al penúltimo, el Zaragoza, hoy a las 12.00 en El Vivero.

El técnico pacense recuerda los dos últimos partidos de liga, ganando al Rayo por 2-0 y perdiendo en Valencia por 3-0. «Venimos de ganar al Rayo y hacer un partido bastante bueno en casa del Levante. Tanto Albacete como Sevilla han hecho campeonatos al máximo de lo que pueden dar, que es lo que hemos hecho otros años. Ese extra de puntos que este año echamos en carencia y eso le añade dificultad. Este año nadie nos garantiza que nos salvemos haciendo 28 puntos cuando con 20 se han salvado otros años», comentó.

El entrenador se refería al conjunto aragonés como un equipo que «siempre ha tratado el balón muy bien», por lo que tienen que «anular sus fortalezas». El objetivo es que «sea un partido de ida y vuelta y se den ocasiones en las dos áreas».

Antúnez añadió que «no sé si lograremos en Huelva la permanencia en la última jornada, porque antes no se podrá conseguir, es imposible. Y si no la logramos el club no parará ni un minuto en lamentarse, es un club con siete años con un potencial femenino muy grande y estamos trabajando en las dos vías desde hace seis meses. Luchamos con los medios que tenemos que nos alejan de la realidad más día a día y como club no podemos perder la cabeza. La directiva actúa con consecuencia y equilibrio».

También expuso que «el Santa Teresa solamente se puede sostener en la elite con un bloque de jugadoras creada en casa y la inversión sean cuatro o cinco jugadoras que nos den un salto de calidad. Esa es la base de la realidad de los próximos años. El proyecto estará muy por encima de eso. Todavía nos queda algo de vida pero con el modelo actual que tenemos y la carencia de un paso generacional en el club es muy complicado».