Cuando el pasado lunes al Mérida le tocó en suerte enfrentarse al Socuéllamos, tanto el entrenador del equipo emeritense, Santi Amaro, como el director deportivo, Rubén Andrés, reconocían la dureza del rival, pero también que era uno de los equipos que mejor conocían. En este sentido, el técnico afirma que «hemos querido conocer al máximo y lo más rápidamente posible al rival», pero destaca que más allá de los matices del terreno de juego y del contrario, «lo más importante es que seamos nosotros mismos, que sepamos el tipo de partido que tenemos que hacer y el que nos vamos a encontrar».

Todos los jugadores, incluidos Migue Montes (lesionado) y Javi Riva (tercer portero) van a viajar, «porque todos han sido importantes a lo largo de la temporada», afirma Amaro, quien reconoce que «todo el mundo está muy enchufado».

La presencia que se prevé de 400 aficionados romanos en el Paquito Giménez es una cuestión que «se la he comentado a los jugadores», explica Amaro, «ante un partido tan duro que nuestra afición y nuestros familiares estén es un aliento para nosotros, porque cuando lleguen los momentos de dificultad, que llegarán, nos tienen que ayudar a solventarlos juntos».