Santi Polo (nacido en Cáceres el 2 de febrero de 1980 y crecido en Navalmoral de la Mata) vuelve a jugar en Extremadura diez años después. Lo hace a Arroyo, donde espera aportar su veteranía en un proyecto creciente. Hoy formará parte del equipo que se medirá en casa al Extremadura UD en el Torneo Campoal (21.00 horas).

--¿Cómo se siente?

--Tengo mucha ilusión. Terminé la liga con La Roda a mediados de mayo y hasta el 15 de julio que volvimos a trabajar pasa demasiado tiempo. Volver a mi tierra es especial, en un club que se ha dado a conocer mucho y bien a nivel nacional por el tema del cobro, porque es especialmente serio. La gente de la plantilla que conozco me habló bien del Arroyo y me dijo que poco a poco se van limando las pequeñas cosillas lógicas de no haber estado hasta hace nada en Segunda B.

--¿Le gusta la plantilla que se ha configurado?

--Sí. Mucha gente nueva. Hemos empezado este fin de semana a jugar victorias frente a Villafranca y Coria y se ha confirmado la intensidad que se estaba viendo en los entrenamientos. Lo mínimo es que la gente luche, trabaje, pelee por todos los balones... Luego ya que haya acierto es otra cosa, claro.

--Ya se estrenó como goleador en Coria. ¿De qué va a jugar, de centrocampista por la izquierda o de lateral?

--El gol fue con la derecha, es curioso. Yo he firmado aquí como lateral, porque si bien es cierto que jugué al principio de mi carrera como interior izquierda o mediapunta, pero hace unos años, en el Mar Menor con Juan Ignacio Martínez, el entrenador ahora del Valladolid, me puso de lateral porque había unas bajas y ahí me quedé. No soy el típico extremo habilidoso.

--¿Está bien físicamente?

--Ahora estoy cogiendo la forma y muy cansado, claro, pero de peso estoy muy bien. Incluso menos que cuando jugué en el Cacereño o el Mérida.

--¿Qué grupo quiere, ya que todavía no se han decidido?

--La verdad es que lo que está pasando es una vergüenza. Se decía que iba a estar el 1 de agosto y nada. Personalmente, prefiero el grupo I, creo que nos puede convenir más. Los andaluces se pueden adaptar mejor a nuestro campo y nos pueden dar más problemas.

--¿Se atreve a apuntar un objetivo para el equipo o es pronto para ello?

--Que no se equivoque nadie. A lo que debe aspirar el Arroyo es a la salvación. Ya se vio lo que pasó la temporada pasada, cuando hizo muy buena primera vuelta y le salía todo, pero luego acabó salvándose en el último minuto prácticamente. La Segunda B es una categoría muy complicada porque pierdes un par de partidos y empiezas a mirar para abajo y a ponerte nervioso. El objetivo debe ser la permanencia y, si se consigue pronto, pues mirar otro, como entrar en la Copa del Rey o algo por el estilo.