Si no cuentan con nosotros por cuestiones de rejuvenecimiento, el primero que tendría que irse es el gerente, que tiene la misma edad que yo". Lo dice Juan Bautista Sarratea, durante muchos años enfermero deportivo del Cáceres, molesto por uno de los motivos que ha dado el club a la hora de no renovar su contrato y el del también histórico José Carlos Dómine, utillero y delegado en el organigrama.

"Que se dejen de historias. A mí me parece una vergüenza que se diga esto. Están mintiendo y engañando a la gente y pido que no juegen con mi nombre. Lo de echarnos es una venganza por la demanda que pusimos, está claro", manifestó ayer a este diario Sarratea, quien añadió que la decisión de prescindir de sus servicios ya estaba tomada. "Dijeron que iban a esperar a que llegara Ñete Bohigas para reunirse, pero ya lo habían acordado antes", añadió el especialista, quien dijo incluso entender que se tomara la decisión, "pero no que intenten engañar".

Sarratea apuntó: "Que quede claro que no tenemos nada en contra del Cáceres; al contrario; nadie es imprescindible y no pasa nada, pero lo que no quiero es que se mienta", adujo.

Sarratea añade que lo que realmente ha pesado en el hecho de no seguir en el club ha sido la demanda que impusieron al club por no haber recibido la indemnización correspondiente al Basket Cáceres SAD --que sigue en proceso de disolución-- y todo lo que gira alrededor del caso.