"Ha sido una buena actuación y estamos satisfechos, pero España tiene un potencial superior a las 19 medallas conseguidas", aseguró ayer el presidente del Comité Olímpico Español (COE), José María Echevarría. Ni el COE ni el Consejo Superior de Deportes (CSD) quisieron disparar cohetes en el momento del balance. "Se han superado las previsiones de 60 finalistas que hicimos el primer día. Los deportistas han estado a la altura de lo que se esperaba de ellos. Podían haber sido unos Juegos mejores, pero también peores", confirmó el presidente del CSD y secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, antes de la finalización de la jornada de clausura, indudablemente satisfecho.

Lo mejor de Atenas es que se dejó atrás, se espera que definitivamente, la crisis de Sydney-2000, donde sólo se convirtieron en medalla 11 de los 56 puestos de finalista, lo que representa un 20%. En Atenas, ese porcentaje de acierto se acercó al 30%. "Hemos superado el punto de inflexión del 2000 y hemos remontado el vuelo", se alegró Lissavetzky.

En el global, la selección de España presentó la octava delegación más numerosa y se fue de Atenas en el puesto 20 del medallero (en Barcelona-92 fue 6) porque sólo ganó tres oros. En número de medallas, fue el 14 , y por finalistas, el 12 .