Saúl alivió al Atlético con un golazo balsámico que frenó al Las Palmas justo cuando el equipo canario amenazaba con multiplicar el desconcierto rojiblanco, agobiado por su peor inicio liguero desde que Simeone ocupa el banquillo. En el área propia, Moyá demostró ser digno de confianza en la larga etapa en que le tocará suplir al lesionado Oblak.

Después de una semana empleada de forma preferente en deshacer equívocos sobre las incógnitas en torno a si Simeone cumplirá su contrato y sobre el compromiso con él de la plantilla, el equipo rojiblanco intentó acorralar a la Unión Deportiva para tomar ventaja cuanto antes e impedir que el conjunto canario pudiera sacar partido a la ansiedad que podía caer sobre los locales si no alcanzaban pronto su objetivo de poner el choque a su favor. Estuvo cerca de conseguirlo en 20 minutos de acoso intenso sobre el área canaria, pero no tuvo ninguna claridad en ataque.

TIROS A LA MADERA

Vrsaljko, sustituto de Juanfran, percutió bien por la derecha y logró descolocar a la defensa amarilla, que siguió entera gracias a que Lemos chafó el remate a Gameiro cuando se disponía a remachar, a que Carrasco no encontró portería en una volea tras un córner, a que Saúl mandó al palo el balón que le cayó tras varios toques en el área y a la poca habilidad final de Gameiro, que robó a Mesa y no acertó en los metros finales ni a encarar a Varas ni a pasar a Griezmann, completamente solo.

No pasaba del medio campo el cuadro canario, incapaz de administrar la pelota como le gusta debido a la presión efectiva del Atlético, pero cuando lo hizo, mediada la primera parte, creó graves problemas al conjunto rojiblanco. Mesa no llegó por poco a rematar ante Moyá la primera gran combinación colectiva y Lemos largó minutos después un zapatazo desde 35 metros que envió el balón al larguero. Para entonces, el conjunto dirigido por Setién había pasado a controlar el juego, favorecido por la impaciencia que empezaba a atosigar al Atlético, y El Zhar estuvo cerca de sorprender anticipándose a Lucas, pero cruzó demasiado su remate final. La última ocasión antes del descanso, sin embargo, fue de nuevo para Gameiro, que no tuvo puntería para embocar en el primer palo un buen servicio de Vrsaljko.

ZARPAZO DECISIVO

La angustia rojiblanca aumentó en la reanudación, en la que Las Palmas siguió creciendo mientras al Atlético no le salía nada y no hacía más que precipitarse en la dirección casi siempre equivocada. Pero Moyá evitó con una mano extraordinaria que Roque Mesa marcara en un contraataque y en la jugada siguiente Saúl templó los ánimos locales con un zurdazo imposible para Varas. Recogió en balón rechazado por un defensa a tiro de Griezmann y golpeó con todo para anotar un gol balsámico (m. 59).

Con el marcador y el reloj a favor, al Atlético le costó más de lo deseado no permitir que el equipo canario progresara hasta su área con posibilidades. Mesa amenazó poco después del gol y Livaja pudo probar de nuevo cerca del final a Moyá, que respondió con seguridad al duro disparo del croata. Buena presentación en su primer partido de Liga del portero mallorquín, que ocupará en los próximos meses la meta rojiblanca por la grave lesión de Oblak.