El Gobierno portugués afirma estar preparado para garantizar la seguridad de los 500.000 aficionados que se sumarán, del 12 de junio al 4 de julio, a los 1,4 millones de turistas que suelen visitar el país. "Ningún gobierno que sea responsable puede decir que no habrá atentados, pero lo que sí que podemos asegurar es que Portugal está preparado para hacer frente a una posible amenaza terrorista", declara el primer ministro portugués, José Manuel Durao Barroso.

La primera medida que se ha adoptado ha sido la de suspender desde el pasado 26 de mayo los acuerdos de Schengen hasta la finalización de la Eurocopa. Una decisión adoptada por el ministerio de Interior destinada a garantizar la seguridad de los asistentes a la Eurocopa y al macrofestival Rock in Río, que empezó el viernes en Lisboa.

Los ciudadanos de la UE, además de los naturales de Islandia, Noruega, Liechtenstein y Suiza, deberán presentar su pasaporte al entrar en Portugal. Los puestos fronterizos con España han sido reabiertos en los últimos días.