China, Shanghái y el Mundial de motociclismo afrontaron, la pasada madrugada, el cuarto gran premio del 2008 con todas sus estrellas. La única que podía fallar, el mallorquín Jorge Lorenzo, conquistador de las tres primeras poles del año, ganador recientemente en Estoril y líder de MotoGP empatado a 61 puntos con Dani Pedrosa, no quiso perderse la cita y, armándose de valor e infiltrado en los dos tobillos, se codeará con los mejores al igual que hizo ayer cuando, en los ensayos definitivos, logró una valiosísima cuarta posición.

Giorgio , que hoy cumple 21 años, durmió con calmantes en una de las suites del hotel Marriot de Shanghái. Por la mañana se levantó renqueante y, ya en silla de ruedas, acudió al circuito trasladado en el asiento trasero del Volkswagen Passat oficial del equipo Yamaha Fiat.

Correr, obsesión

Antes de subirse al coche, Dani Amatriain, su mánager, sabedor del dolor que sufría su pupilo, especialmente en los tobillos, seriamente golpeados en el aterrizaje que protagonizó el viernes (los médicos informaron ayer de que del talón derecho también se desprendieron unas astillas, como del izquierdo), le propuso no correr. "Jorge, si quieres lo dejamos. No nos estamos jugando el título", le dijo el expiloto. "Ni hablar, Dani, quiero intentarlo", replicó el mallorquín.

Poco antes del primer entrenamiento de ayer, Lorenzo pasó por la clínica del circuito. Allí, mientras el doctor Claudio Costa le infiltraba en los tobillos (una inyección en cada uno para los ensayos libres; dos en el derecho y una en el izquierdo para los oficiales), Giorgio recibió la visita de Carmelo Ezpeleta, máximo responsable del Mundial. "Para que después digan que, con el control de tracción, estas motos son chupadas de pilotar. ¡Anda, dile a tus compañeros que esto es coser y cantar!", le dijo el dirigente harto de oír decir a las estrellas que quieren que desaparezca el control de tracción.

Para subirse en la moto precisó de la ayuda de dos mecánicos e, incluso, nunca se bajó de su YZR M1 para no tener demasiado trasiego. No pudo apurar los cuatro juegos de calificación, pero Lorenzo (Yamaha, 1.58.711) realizó el cuarto mejor tiempo por detrás de Colin Edwards, Valentino Rossi, Casey Stoner y por delante de Dani Pedrosa.

"En la caída del viernes --comentó ayer Lorenzo cómodamente sentado en una silla de ruedas y con sus tobillos forrados de bolsas de hielo-- la rueda delantera se levantó al salir de la curva de derecha, aterrizó antes de cambiar de sentido y, cuando tocó el asfalto, la moto se me cruzó de delante e, inmediatamente, de detrás y me escupió por las orejas. Nunca veía el momento de dejar de volar. De pronto, se me apareció la Virgen. He sobrevivido, sí. Cuando contacté con el asfalto pensé que me lo había roto todo. Y, ya ven, aquí estoy, dolorido pero con ganas de superar este mal trago cuanto antes con el mejor resultado posible".