Ñete Bohigas consideró que el partido había estado marcado por lo sucedido en el primer cuarto. "Salimos blandos, sin contactos, sin ni siquiera hacer faltas. Nos reinventamos desde la defensa y fuimos capaces de meternos otra vez, pero con un desgaste excesivo. Y al final liberamos buenos tiros, pero no los metimos. Acumulamos frustración", analizó. El entrenador del Cáceres dijo no estar descontento del trabajo de su equipo. "Sé lo mucho que trabajamos y sé lo al límite que está al equipo. Me voy a ir tranquilísimo a mi casa", indicó.

Sobre el arbitraje, consideró que a veteranos como Luis Parejo y Sergio Pérez "les había sacado del partido. Cuando se habla mucho entre un jugador y un árbitro, mala cosa. Al final, son ellos los que toman las decisiones". Elogió a Guille Corrales porque "arrastra a los demás" con su comportamiento defensivo y su ritmo.

Según pronosticó, hará falta ganar dos de los tres encuentros que restan para poder estar entre los nueve primeros. "Vamos a ver si jugamos con la presión que tienen equipos como Breogán para meterse", añadió. Se mostró escéptico sobre la participación de Ibrahima Thomas en el próximo encuentro, en Lugo.

Para Tito Díaz, entrenador del Leyma Coruña, "teníamos claro que no podíamos permitir que Cáceres cogiese confianza de inicio. Es un equipo fuerte en su pista por la atmósfera que se crea. Aquí han perdido todos los grandes de la liga y me llevo envidia sana del público. En la segunda parte hicimos muy buen trabajo en defensa y controlamos el rebote, lo que nos hizo jugar más cómodos en ataque".