Tras el ascenso el sábado por la noche del Villanovense, la Segunda División B más atípica de la historia tendrá cinco equipos extremeños. El cuadro serón se une a Don Benito, Mérida y Badajoz, que no ha podido culminar su sueño de subir a Segunda; y Extremadura, que tras dos años en el fútbol profesional da un paso atrás. Se da la circunstancia de que los cinco clubs son de la provincia de Badajoz.

Todos tendrán que encarar una temporada especialmente difícil. No solo por el número de equipos, que pasa a ser de cien al no haber descensos, sino por la creación de una nueva categoría para la campaña 2021-2022, la Segunda División B Pro, que hará que la actual Segunda B pase a ser la cuarta división del fútbol español.

97 equipos tienen ya plaza en esa Segunda B. Uno saldrá Portugalete-Sestao River, aplazado por un caso de coronavirus en el entorno de uno de los futbolistas del club portugalujo. Los otros dos de los campeones de Tercera no ascendidos en el playoff exprés. De momento y a la espera de la resolución del grupo vasco, son solo cuatro. Lealtad de Villaviciosa, Alcoyano, Linares y Marino de Luanco. Esto significa que 13 de los 18 equipos que acabaron la liga regular en Tercera en primera posición han logrado ya el ascenso. Al final del proceso serán al menos dos más.

LA NUEVA SEGUNDA B

Aún sin fechas oficiales de inicio (se baraja el último fin de semana de septiembre), la Segunda B de los cien equipos se dividirá en cinco grupos de 20 donde, como en temporadas anteriores, seguirán primando los criterios de proximidad geográfica. Estos, a su vez, se dividirán en diez subgrupos de diez, que serán en los que realmente se desarrolle la competición. Serán 18 jornadas de competición en la primera fase.

De esos subgrupos saldrán los que vayan a luchar por las cuatro plazas de ascenso a Segunda División B y la Segunda B Pro, que estará compuesta por 40, 36 procedentes de la categoría de bronce y los cuatro que desciendan de la de plata.

También habrá una segunda fase para decidir los equipos que descienden hasta la Tercera División, aunque de facto los que sigan en Segunda B también habrán descendido.

De momento, la Federación Española de Fútbol no ha hecho oficial el sistema de competición, aunque se espera que lo haga próximamente, cuando se ponga el punto y final a las diferentes fases de ascenso.

OBJETIVOS EXTREMEÑOS

Llegar al menos a esa Segunda B Pro será el objetivo de Mérida, Don Benito y también el último en confirmar su presencia en bronce, el Villanovense. En principio, los retos de Badajoz y Extremadura parecen más ambiciosos, con proyectos que podrían volver a luchar por llegar al fútbol profesional, aunque de momento no han hecho movimientos en sus plantillas. Sí los ha habido ya en Mérida y, sobre todo, Don Benito. Ambos han confirmado ya a sus entrenadores (Dani Mori y Juan García, respectivamente) y han firmado ya a los primeros jugadores.

Los azulgranas aún deben resolver la incógnita del banquillo (¿seguirá Manuel Mosquera?) y también los blanquinegros, donde la continuidad de Pedro Munitis es mucho más probable. En el Villanovense también se esperan movimientos en los próximos días.

Hace 17 años que Extremadura no tenía tantos representantes en la categoría de bronce. Llegó a contar con seis en los cursos 2002-2003 (Extremadura, Cacereño, Jerez, Mérida UD, Díter Zafra y Moralo) y 2003-2004 (Badajoz, Jerez, Extremadura, Cacereño, Mérida y Villanovense), pero desde entonces el número ha oscilado desde los cuatro hasta solo uno, el cuadro emeritense en los años 2007 a 2009.