El recuerdo de la eliminatoria de la pasada edición, cuando el Barcelona cayó en los octavos de final de la Liga de Campeones ante el Chelsea (4-2 en Stamford Bridge), planeará en la repetición de la serie que se empezará a vivir hoy con un elemento nuevo: el partido de vuelta se jugará en el Camp Nou.

El orden de los encuentros, la presencia del argentino Leo Messi en el equipo azulgrana y la ausencia del lesionado Xavi Hernández son las principales diferencias de un año a otro, aunque también la experiencia acumulada tras aquel partido.

MAL RECUERDO El Barcelona ganó 2-1 en la ida (Maxi López y Eto´o) y en los primeros diecinueve minutos en Londres echó por tierra sus aspiraciones.

Tres tantos (Gudjohnsen, Lampard y Duff) pusieron al Barca contra la pared y sólo la maestría de Ronaldinho, autor de dos goles, el segundo elegido como el mejor tanto de la pasada edición de la Liga de Campeones, dio opciones a los azulgrana.

Al final, un gol de Terry en una jugada en la que los catalanes reclamaron falta de Carvalho a Valdés y que supuso la eliminación del Bar§a reabrió la caja de Pandora que previamente Jose Mourinho se había encargado de alimentar con declaraciones y sospechas sobre el arbitraje en la ida.

Esta temporada, el foco de atención se ha dirigido hacia el mal estado del césped de Stamford Bridge, impropio de un equipo de la Liga de Campeones. Tal es su estado que en algunos medios se ha rebautizado el nombre del estadio por el Stamford Beach (La playa de Stamford).

Deportivamente, Rijkaard cuenta con más posibilidades que el año pasado y su equipo con toda la experiencia acumulada de aquella noche. Por ejemplo, el técnico podrá contar con Leo Messi, que el año pasado apenas se entrenaba con la primera plantilla, y también con el mexicano Rafael Márquez, fundamental en el juego defensivo del equipo y que no pudo jugar por lesión en Londres.

Consciente de la importancia de controlar el juego en el centro del campo, Rijkaard tiene pensado alinear a un equipo con un perfil defensivo y la aportación de un tridente ofensivo de estrellas (Ronaldinho, Eto´o, Messi) más Deco. La principal duda estriba en si finalmente Thiago Motta, que jugó unos minutos ante el Betis, pero ha estado ausente un mes y medio sin jugar, tiene el ritmo de partido necesario para un partido así.