Al contrario de lo que sucedió el pasado viernes en Badajoz, a la selección española de balonmano no le acompañó la suerte ayer ante Francia en el partido amistoso jugado en Los Cantos (24-25).
Los galos tardaron poco en meterse en el partido y se vinieron arriba aprovechando su rapidez en los contraataques, al mismo tiempo que se aplicaron en labores defensivas, a las que contribuyó el guardameta Arnaud Siffert, que impidió que los españoles materializaran en gol cada llegada a su área.
DESPEGUE A pesar de las embestidas de los actuales campeones de Europa, el marcador estuvo en todo momento a favor del conjunto nacional, merced a la actuación del portero José María Sierra.
A medida que transcurrieron los minutos, España se topó con más dificultades para batir la portería rival, debido a que Siffert frustró varios intentos consecutivos del central José María Rodríguez, aunque los de Pastor se fueron al descanso con un la ventaja máxima del encuentro hasta ese momento (11-8).
Tras la reanudación aumentó la expectación debido a que conjunto galo presionó con más intensidad aprovechando la rapidez del lateral derecho Abalo.
En los últimos minutos, España perdió las riendas del partido y no estuvo fina en puntería, lo que costó caro.