La tanda de penaltis volvió a frustrar las ilusiones de la selección española de waterpolo de lograr su primer oro europeo, esta vez al caer ante la anfitriona, Hungría (14-13), después de una final más que intensa que concluyó con empate a nueve.

Hace dos años, en Barcelona, el cuadro de David Martín perdió en la tanda de penas máximas de la final ante Serbia. En esta ocasión cayó ante el equipo más laureado en los Europeos, que se colgó ante sus incondicionales en el Duna Arena su decimotercer oro.

Rozó la selección española el oro con un último contragolpe de Blai Mallarach, quien tras robar el balón se marchó velozmente hacia Viktor Nagy, pero el meta húngaro abortó su disparo y el encuentro concluyó en tablas para dar paso a una emocionantísima tanda de penaltis en la que todos marcaron hasta el último tiro. Álvaro Granados, que había cuajado un magnífico campeonato, no pudo superar al arquero reserva magiar, Soma Vogel, que salió en ese momento para convertirse en el héroe.

Esta derrota no puede empañar un Europeo tremendo del equipo hispano. En el último parcial, Felipe Perrone, Roger Tahull, Blai Mallarach y Alberto Munárriz respondieron los goles de Hungría y ese contragolpe de Mallarach, con su tiro sobre la bocina, pudo haber sido definitivo, pero hubo que esperar a la tanda de penaltis.