La selección española de balonmano ha arrancado el Campeonato de Europa con una contundente victoria (37-25) sobre la República Checa, que sólo se ha visto empañada por la lesión del portero Arpad Sterbik, del que aún se desconoce si tendrá que abandonar la concentración del equipo.

Valero Rivera ha demostrado que conoce bien los puntos fuertes del equipo checo, y ha tapado muy bien a su jugador más desequilibrante, el lateral Filip Jicha, con una defensa individual. No obstante, en el minuto 16 del partido el marcador reflejaba una desventaja de dos goles para la selección española (6-8).

ESPAÑA SACA CARÁCTER

Lejos de hundirse con la presión que tenía el equipo tras el fracaso sufrido en el pasado Mundial de Croacia, tras la obligada retirada del portero Sterbik por lesión, el conjunto español, liderado por el azulgrana Iker Romero, ha logrado igualar rápidamente el marcador (10-10)

La primera mitad ha acabado con los checos por detrás del marcador (17-10), y hasta el final del partido España se ha mantenido por delante.

España no ha desaprovechado la ocasión de lograr una importante renta (37-25), que puede ser decisiva, en el caso de dobles y triples empates, para dilucidar el pase a la segunda ronda.